Por Juan Pablo Ojeda
En pleno siglo XXI, con el internet y las tecnologías digitales al alcance de todos, ya no es suficiente con saber leer y escribir. Ahora, en las aulas de México, también es esencial que los estudiantes aprendan a usar las herramientas digitales de manera responsable y segura. Y para que esto suceda, la diputada Lilia Aguilar Gil (PT) ha propuesto una reforma a la Ley General de Educación, una medida que busca adaptar el sistema educativo mexicano a las nuevas exigencias de la era digital.
La iniciativa plantea cambiar dos artículos fundamentales de esta ley: los artículos 7 y 14. ¿Qué implica esto? Pues que, tanto las autoridades educativas federales como locales, tendrán que trabajar de manera conjunta para garantizar que todos los estudiantes, desde los más pequeños hasta los más grandes, cuenten con los conocimientos y las herramientas necesarias para hacer un uso adecuado de internet y de los servicios de telecomunicaciones.
La diputada Aguilar señala que hoy en día es indispensable actualizar la ley para incluir el uso de tecnologías digitales en la educación. Vivimos en una época en la que las clases ya no solo se dan en las pizarras y libros, sino también a través de plataformas en línea, videos, y otros recursos digitales. Y si bien muchas escuelas están implementando estas herramientas, aún hay retos por superar.
El objetivo de esta reforma es garantizar que todos los estudiantes, sin importar su lugar de residencia o situación económica, tengan acceso a estos recursos. Además, la propuesta también subraya que el Estado tiene la responsabilidad de asegurar que todos los mexicanos, desde los niños hasta los adultos, puedan beneficiarse de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), un derecho que ya está contemplado en la Constitución. Es decir, no solo se trata de tener internet o una computadora, sino de aprender a usar esas herramientas de manera crítica y segura.
Por otro lado, la diputada explica que esta actualización no es solo una cuestión técnica, sino que también responde a un principio de justicia social. El gobierno tiene la obligación de garantizar que todos los estudiantes, sin importar su nivel económico, tengan las mismas oportunidades para aprender y desarrollarse. Las herramientas digitales ya son parte del día a día, y los jóvenes deben estar preparados para sacarles el mayor provecho.
De esta manera, la reforma busca que las políticas educativas se alineen con las necesidades y oportunidades del mundo digital. Además, al integrar las tecnologías en el proceso educativo, se fomenta una educación más inclusiva y accesible, un paso importante para hacer frente a los retos de la globalización y la digitalización.
En resumen, lo que propone esta reforma es que el uso del internet y las tecnologías no solo sea algo opcional o una herramienta adicional en las aulas, sino que se convierta en un componente esencial en el proceso de enseñanza-aprendizaje, asegurando que todos los estudiantes tengan acceso a un futuro digital seguro y lleno de posibilidades.