Por Bruno Cortés
A ver, a ver, ¿quién dijo que las calificadoras de crédito no nos afectan? Porque cuando Moody’s, uno de esos gigantes que evalúan la economía global, baja la perspectiva de México de “estable” a “negativa”, más vale ponerle atención. Estas agencias, como Moody’s, Fitch o S&P, son como esos maestros estrictos que están observando si el gobierno administra bien o mal la economía. Y cuando a un país lo “regañan” con una perspectiva negativa, el mensaje es claro: se vienen tiempos complicados.
¿Qué implica este cambio de calificación? Básicamente, significa que México podría tener problemas para pagar sus deudas o cubrir sus gastos públicos en el futuro, y eso prende las alarmas para quienes invierten en el país. Moody’s menciona que la reforma judicial y el déficit fiscal son temas preocupantes. Y es que el déficit para 2024 podría superar el 5% del PIB, algo que a las calificadoras les suena como un mal manejo de las finanzas. Por otro lado, la reforma judicial, que propone la elección de jueces por voto directo, aunque suena interesante en teoría, para Moody’s representa una amenaza a la estabilidad institucional porque podría desbalancear los controles de poder.
¿Y qué significa esto para ti y para mí? Bueno, los inversionistas, al ver a México menos confiable, podrían empezar a pedir más intereses por prestarle dinero al país, lo que al final hace que el costo de los préstamos suba para todos. Además, una perspectiva negativa genera incertidumbre, lo cual puede enfriar la economía y hacer que el dinero circule menos y se vuelva más caro de conseguir, afectando a empresas, gobiernos locales y, en última instancia, nuestros bolsillos.
Las otras calificadoras, como Fitch y S&P, aún no han cambiado su perspectiva sobre México, pero ya advirtieron que están vigilando de cerca temas como el déficit y la deuda. Esto significa que el gobierno debe poner en orden sus finanzas, o de lo contrario, podríamos ver que otras agencias sigan el ejemplo de Moody’s. La presidenta Claudia Sheinbaum, por su parte, ha asegurado que se tomarán medidas para que el salario mínimo llegue a cubrir 2.5 canastas básicas, lo que sería un paso positivo para enfrentar el alza de precios, pero que podría aumentar el gasto público, uno de los puntos que las calificadoras ven con preocupación.
Así que ya sabes, si te encuentras con noticias sobre Moody’s, el déficit fiscal o la reforma judicial, no les des la vuelta. Entender cómo y por qué las finanzas del país se manejan de cierto modo puede ayudarnos a entender mejor cómo estos temas macroeconómicos terminan impactando nuestra vida diaria, en cosas tan simples como el precio de una despensa o las tasas de interés en un crédito.