La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, ha respaldado la polémica propuesta del primer ministro de Ontario, Doug Ford, de excluir a México del T-MEC. La idea, que busca convertir el acuerdo trilateral en un pacto bilateral entre Canadá y Estados Unidos, ha encendido el debate sobre el futuro del comercio en América del Norte.
¿Por qué expulsar a México?
Smith argumenta que México no ha sido un socio en igualdad de condiciones, señalando que la inversión china en territorio mexicano está afectando la manufactura en Canadá y Estados Unidos.
“Están invitando a China a invertir en México, vaciando el sector manufacturero tanto en Estados Unidos como en Canadá”, declaró Smith en una entrevista con Power & Politics.
Ford, por su parte, acusó a México de ser “una puerta trasera” para productos chinos como automóviles y autopartes, lo que, según él, desestabiliza el mercado.
Ambos políticos coincidieron en que México debería igualar los aranceles impuestos por Canadá y Estados Unidos a las importaciones provenientes de China. De lo contrario, Ford advierte:
“No deberían tener un lugar en la mesa ni disfrutar del acceso a la economía más grande del mundo”.
T-MEC bajo presión
El T-MEC, firmado en 2020, enfrenta una posible renegociación en 2026. La postura de Smith y Ford refleja crecientes tensiones entre los tres socios comerciales. Además, con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien prometió renegociar el acuerdo, la incertidumbre aumenta.
Uno de los puntos clave que preocupa a Washington es la creciente presencia de inversión china en México, como el fabricante de vehículos eléctricos BYD, que busca establecer una planta en el país para abastecer al mercado estadounidense.
¿Un regreso al bilateralismo?
Smith sugiere que un acuerdo bilateral entre Canadá y Estados Unidos sería más beneficioso:
“Un enfoque bilateral nos permitiría evitar aranceles y tener una relación realmente constructiva con Estados Unidos”.
Sin embargo, expulsar a México del T-MEC tendría consecuencias económicas significativas para las tres naciones. México es el segundo mayor socio comercial de Estados Unidos y Canadá, y su exclusión podría desestabilizar cadenas de suministro y mercados clave.
¿Qué sigue?
El futuro del T-MEC será un tema crucial en los próximos años. Mientras Canadá y Estados Unidos evalúan su relación con México, el gobierno mexicano deberá abordar las preocupaciones sobre la inversión china y demostrar su compromiso con las reglas del acuerdo.