La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) enfrenta una situación crítica ante la propuesta de presupuesto para 2025, que contempla un recorte de casi el 40% en sus recursos. Este drástico ajuste ha generado preocupación entre los funcionarios de la dependencia, quienes advierten sobre las implicaciones que tendrá en la promoción de políticas ambientales y la lucha contra el cambio climático.
Según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2025, Semarnat recibirá 44 mil 370 millones de pesos, una reducción significativa en comparación con los 73 mil 232 millones asignados en 2024. Este recorte afectará no solo las operaciones diarias de la secretaría, sino también iniciativas clave como la promoción de vehículos eléctricos y la reducción de emisiones contaminantes.
Alicia Bárcena, secretaria del Medio Ambiente, expresó su preocupación al señalar que este recorte se suma a las disminuciones presupuestarias que ya venían afectando a Semarnat desde administraciones anteriores. «Estamos preocupados por este recorte, que impactará nuestra capacidad para trabajar efectivamente», comentó en una reciente entrevista.
El recorte presupuestal plantea serias dudas sobre la capacidad de Semarnat para cumplir con sus objetivos ambientales. Las proyecciones indican que las actividades relacionadas con el desarrollo económico y la protección ambiental sufrirán las mayores reducciones. Por ejemplo, el presupuesto destinado a producción forestal y manejo eficiente del agua se verá drásticamente disminuido.
Además, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) también enfrentará una reducción significativa en su presupuesto, pasando de 984 millones a 839 millones de pesos. Esto podría limitar su capacidad para hacer cumplir las regulaciones ambientales y proteger los recursos naturales del país.
La relación entre Semarnat y la Secretaría de Hacienda no es óptima, lo que complica aún más la situación. Fuentes cercanas a la dependencia han señalado que hay tensiones en torno a cómo se distribuyen los recursos y cómo se priorizan las políticas ambientales dentro del gobierno federal.
El recorte ha generado reacciones negativas entre organizaciones ambientales y expertos que advierten sobre las consecuencias a largo plazo para el medio ambiente en México. Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), criticó que el presupuesto no priorice el medio ambiente en un contexto de crisis climática global.
«Es preocupante que un gobierno encabezado por una científica relacionada con el medio ambiente no esté dando prioridad a estos temas», afirmó Macías.
El Proyecto de Presupuesto debe ser discutido por la Cámara de Diputados, donde se espera que algunos cambios sean propuestos. Sin embargo, dado que Morena tiene mayoría en el Congreso, muchos temen que el presupuesto se apruebe sin modificaciones significativas.
Con el plazo límite para aprobar este presupuesto establecido para el 31 de diciembre, los próximos meses serán cruciales para determinar cómo afectará este recorte a las políticas ambientales en México y si habrá espacio para una reconsideración.