Por Juan Pablo Ojeda
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado a conocer su primer presupuesto para el año 2025, un paquete económico que incluye una serie de ajustes fiscales para lograr una gestión más austera y sostenible, con la reducción del gasto público en un 1.9% y la disminución del déficit fiscal a 3.2% del Producto Interno Bruto (PIB), tras alcanzar casi el 6% en 2024. El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, entregó el presupuesto a la Cámara de Diputados, que establece un gasto neto total de 9.22 billones de pesos, menor al de 2024, que fue de 9.45 billones.
El gobierno planea realizar una inversión significativa en proyectos de infraestructura que buscan impulsar el crecimiento económico a corto plazo y generar beneficios a largo plazo. Asimismo, se destinarán recursos adicionales para los Programas para el Bienestar, uno de los pilares de la administración de Sheinbaum. «El objetivo es consolidar una economía sólida, reducir el déficit y mantener una deuda pública manejable», indicó Ramírez de la O en su presentación.
Proyecciones fiscales y económicas
El presupuesto proyecta un aumento de ingresos del 3.3% en comparación con 2024, alcanzando los 8.055 billones de pesos. Sin embargo, la deuda pública de México ascendería al 51.8% del PIB, un incremento de dos puntos respecto a la estimación para 2024. A pesar de la austeridad, el gobierno busca gestionar una deuda estable, comparable con otras economías emergentes de América Latina.
La Ley de Ingresos de 2025 también incluye una estimación de inflación del 3.5% para el cierre del próximo año, un moderado descenso frente a la inflación registrada en octubre de 2024, que fue del 4.76%. Además, se proyecta un tipo de cambio promedio de 18.7 pesos por dólar, un valor que contrasta con las actuales 20 unidades por dólar.
Crecimiento económico: optimismo frente a la incertidumbre
El gobierno tiene previsto un crecimiento económico del 2.5% para 2025, cifra que ha sido respaldada por la Secretaría de Hacienda, aunque diverge de las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estimó un 1.3%, y del Banco Mundial, que prevé un crecimiento del 1.5%. En 2024, el crecimiento acumulado del PIB mexicano hasta el tercer trimestre fue de solo 1.7%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
No obstante, la presentación del presupuesto se vio empañada por la rebaja en la perspectiva de la calificación crediticia de México por parte de Moody’s. La agencia mantuvo la calificación de México en Baa2, pero modificó la perspectiva a negativa, citando un posible debilitamiento institucional que podría impactar negativamente los resultados fiscales y económicos del país.
Sin reforma fiscal por el momento
A pesar de las expectativas de una reforma fiscal, la presidenta Sheinbaum ha descartado cambios significativos en el sistema tributario en el corto plazo. En su lugar, el gobierno se centrará en mejorar la recaudación mediante la optimización de los trámites en el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y el fortalecimiento de la recaudación en las aduanas para reducir la evasión fiscal. «Si son necesarias reformas adicionales, las estaremos trabajando el próximo año, pero creemos que existen muchas oportunidades de mejora sin necesidad de una reforma fiscal profunda», indicó Sheinbaum en una conferencia matutina.
Este presupuesto de 2025 marca un hito en la administración de Sheinbaum, que busca equilibrar la austeridad con la inversión estratégica en áreas clave como infraestructura y bienestar social, mientras mantiene un enfoque en la estabilidad macroeconómica y el control de la deuda.