Por Juan Pablo Ojeda
En un gesto de solidaridad y apoyo a los migrantes que se encuentran varados en las calles de Tapachula, la ciudad más grande de la frontera sur de México, policías municipales distribuyeron roscas de Reyes y chocolate caliente a los caminantes internacionales que pasan estas festividades lejos de sus familias. El acto tuvo lugar este 6 de enero, cuando muchas familias mexicanas celebran la tradicional festividad de los Reyes Magos.
La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana Municipal (SSPyPCM) fue la encargada de la distribución. Óscar Manuel Martínez Chávez, titular de la dependencia, destacó que esta acción es una muestra de apoyo a los migrantes, quienes enfrentan difíciles condiciones mientras esperan su oportunidad de regularizar su situación migratoria.
“Traemos un número considerable de roscas que quisiéramos tener para toda la gente de calle, desgraciadamente. Es un gesto que estamos dando aquí y hay que compartirlo con todos los que se puedan”, comentó el oficial a los medios locales.
El reparto de roscas se llevó a cabo en el acceso principal de la Secretaría de Seguridad Pública, un punto clave donde miles de migrantes, principalmente provenientes de Venezuela y Centroamérica, acuden a realizar trámites para conseguir citas en la aplicación de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, conocida como CBP One. Muchos de ellos han formado un campamento improvisado cerca de las oficinas migratorias, esperando una respuesta a su solicitud de asilo.
Para los migrantes, este Día de Reyes no estuvo marcado por regalos tradicionales, sino por la esperanza de obtener una cita para su proceso migratorio y, en algunos casos, encontrar un lugar digno para dormir mientras esperan sus papeles.
Javier Antonio, un migrante venezolano, compartió con EFE que su principal deseo era obtener una cita de asilo y que las autoridades mexicanas les brindaran apoyo para tener un lugar donde quedarse, sin temor a la discriminación. “Lo que queremos en realidad es que (el Instituto Nacional de) Migración nos apoye en un sitio donde podamos estar bien y no nos estén discriminando, y nos apoyen con alimentos no queremos más nada”, expresó.
Por su parte, María Salas, ex profesora venezolana, lamentó la dificultad de encontrar trabajo en México sin la documentación adecuada. “No tengo dinero para avanzar, ni para alquilar, no consigo trabajo, tengo más de cinco días buscando en el centro y no consigo trabajo, primero porque no consigo papeles y no soy nacional, voy para cualquier trabajo y no puedo, estamos vendiendo en la calle”, comentó.
Este acto simbólico en Tapachula refleja los desafíos que enfrenta México en medio de una crisis migratoria sin precedentes. Según datos oficiales, entre enero y agosto de 2024, México registró más de 925 mil migrantes irregulares, lo que representa un aumento interanual del 132 por ciento. La situación migratoria en el sur de México continúa siendo un tema de alta relevancia, mientras las autoridades intentan gestionar el flujo de personas que buscan una vida mejor, muchos de ellos huyendo de la violencia y la pobreza en sus países de origen.