Por Juan Pablo Ojeda
La crisis migratoria que se avecina en la frontera norte de México está generando una creciente preocupación entre las asociaciones civiles de Tijuana. Organizaciones que tradicionalmente han atendido las necesidades de los migrantes en la ciudad, la más grande en la frontera con Estados Unidos, acusan al Gobierno de Claudia Sheinbaum de no tener un plan claro para enfrentar los retos que se avecinan, especialmente tras los anuncios de Donald Trump sobre deportaciones masivas.
José María García Lara, director de la Alianza Migrante Tijuana, criticó duramente la falta de apoyo federal a las organizaciones que trabajan en la atención de los migrantes. En entrevista con EFE, aseguró que el desinterés del gobierno mexicano en la cuestión migratoria comenzó durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, cuando se recortaron los fondos destinados a estas organizaciones. García Lara remarcó que la Federación ha estado distante y ha dejado a las autoridades locales y a las organizaciones civiles a la deriva.
“La Federación siempre ha estado muy distante, en la administración anterior, desafortunadamente, no hubo apoyo por parte del Gobierno mexicano, al contrario, quitaron ese recurso que era el apoyo para las organizaciones que atienden esta problemática, no solo en el norte, sino también en el centro y sur del país”, indicó el activista.
La Preparación en Tijuana ante la Amenaza de Deportaciones Masivas
Ante la incertidumbre generada por las políticas migratorias de Trump, quienes se encuentran en la frontera ya se están preparando. El Gobierno de Baja California, el Ayuntamiento de Tijuana y diversas organizaciones civiles han sostenido reuniones para discutir posibles acciones frente a las deportaciones masivas que el expresidente ha prometido implementar tras su regreso a la Casa Blanca.
José María García Lara informó que ya se han realizado acercamientos entre las autoridades locales para coordinar esfuerzos. “Se está hablando del tema, principalmente por esa incertidumbre que nos genera y que no podemos negar”, señaló. No obstante, el activista advirtió que, aunque se han realizado esfuerzos a nivel local, la falta de coordinación con el Gobierno federal sigue siendo un obstáculo. “Lo único que sí faltó ahí fue la Federación”, subrayó.
El Nuevo “Zar de la Frontera” y la Política de Deportaciones
La preocupación se intensificó después de los recientes nombramientos de figuras claves en el equipo de Trump. Tom Homan, exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la administración anterior de Trump, fue designado como el nuevo “zar de la frontera”. Homan fue uno de los principales artífices de la controvertida política de separación de familias migrantes.
Además, Trump nombró a Stephen Miller, conocido por su línea dura en materia migratoria, como subdirector de política en la Casa Blanca. Miller fue uno de los principales arquitectos de las políticas de deportaciones masivas durante el gobierno anterior.
El Uso de Fuerzas Armadas en la Migración y la Persecución de los Migrantes
Hugo Castro, fundador de la Coalición S.O.S. Migrante, también criticó la postura del Gobierno mexicano hacia los migrantes. Aseguró que es “lamentable” que los recursos federales estén siendo destinados a la persecución de los migrantes, en lugar de atender sus necesidades. Castro enfatizó que muchos de los migrantes que transitan por México, incluyendo a mexicanos que intentan llegar a Estados Unidos, se encuentran con la Guardia Nacional en su camino, lo que ha incrementado la violencia y los abusos.
“Las autoridades siguen diciendo: ‘rescatamos a los migrantes’, pero, ¿cuándo les pidieron apoyo? Son migrantes que quieren cruzar a Estados Unidos, muchos de ellos mexicanos, que ya tienen sus familias en aquel país y que no quieren volver”, señaló Castro.
Según el último informe de seguridad del Gobierno de López Obrador, el país ha desplegado más de 36 mil elementos de las Fuerzas Armadas en tareas migratorias. Este aumento en la presencia militar ha llevado a muchos migrantes a recurrir a los traficantes de personas, conocidos como “polleros”, quienes se benefician de la situación. “Con esto, se acentúa la necesidad de buscar medios alternativos para poder llegar a Estados Unidos, y así es como terminan en las manos de los polleros”, agregó el activista.
El Futuro de la Migración en la Frontera Norte
A medida que la política migratoria de Estados Unidos se endurece bajo la administración de Trump y las autoridades mexicanas mantienen una postura de contención, la frontera norte sigue siendo un punto crítico en la crisis migratoria. Los activistas y las organizaciones civiles de Tijuana hacen un llamado urgente a que el Gobierno de Sheinbaum adopte una postura más activa y coordine esfuerzos con las autoridades locales para brindar apoyo a los migrantes que buscan refugio y una mejor vida en Estados Unidos.
Mientras tanto, la tensión en la frontera sigue creciendo, y los próximos meses podrían definir el rumbo de la migración en la región, con más de seis mil migrantes esperando ser atendidos en condiciones cada vez más precarias.