Por Bruno Cortés
Este lunes 11 de noviembre, poco después del mediodía, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, llegó a la Cámara de Diputados para sostener una reunión clave con legisladores de todas las bancadas. A bordo de una camioneta blindada y con un discreto operativo de seguridad, el funcionario fue recibido por figuras como Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena, y Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados. Pero, ¿qué estaban haciendo ahí y qué temas trataron en este encuentro? La respuesta está en las reformas que podrían modificar por completo la estrategia de seguridad en el país.
El objetivo de esta reunión, organizada a petición de los coordinadores de los distintos grupos parlamentarios, era abordar temas urgentes sobre la reforma al Artículo 21 de la Constitución Mexicana. Esta reforma, presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum en días pasados, tiene un punto central: fortalecer las capacidades de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) para que pueda intervenir más directamente en las investigaciones sobre delitos y que su rol en tareas de inteligencia e investigación quede claramente establecido en la Carta Magna.
Aunque esta reforma está siendo discutida en el Senado, el encuentro con los diputados fue una oportunidad para que los legisladores pudieran conocer de primera mano la opinión de García Harfuch y los detalles de la propuesta. Según algunos comentarios de los propios legisladores, se espera que si el modelo de reunión con funcionarios de alto nivel resulta productivo, se podría replicar en el futuro para abordar otros temas importantes en el Congreso.
Lo curioso es que en medio de estos debates sobre la reforma constitucional, el tema de la violencia volvió a la mesa con fuerza. Justo el fin de semana anterior, México vivió días de mucha tensión debido a varios actos violentos. El sábado, en Querétaro, un ataque armado en un bar dejó 10 muertos, y el domingo, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, un comando armado mató a seis personas más en otro bar. Además, en Acapulco, Guerrero, se encontraron 11 cuerpos mutilados de personas que previamente habían sido secuestradas. Este panorama de violencia difícilmente pasaría desapercibido durante las discusiones.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿será esta reforma la solución a un problema tan complejo como la inseguridad? La idea de darle más poder a la SSPC para intervenir en investigaciones y en actividades de inteligencia podría ser una estrategia clave para mejorar la respuesta del Estado ante el crimen organizado. Sin embargo, también surgen dudas sobre si realmente se están tomando medidas efectivas para prevenir la violencia, más allá de reformar artículos constitucionales.
Omar García Harfuch, uno de los hombres más conocidos por su trabajo al frente de la seguridad en la capital mexicana, llegó a San Lázaro con la misión de explicar estas reformas y dar detalles de la estrategia que se está planteando. Como explicó Sergio Gutiérrez Luna en redes sociales, esta reunión no solo es para revisar los avances en la seguridad pública, sino para hacer ajustes a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y al propio Artículo 21 constitucional, con el objetivo de fortalecer la lucha contra la delincuencia.
En conclusión, aunque las reformas a la Constitución pueden sonar como algo lejano para muchos, son fundamentales para determinar cómo el gobierno federal maneja y combate la violencia. Este tipo de encuentros entre los legisladores y funcionarios clave, como el de este lunes, tienen el potencial de cambiar las reglas del juego en la seguridad pública del país, pero el éxito de estas reformas dependerá, en última instancia, de cómo se implementen en la vida cotidiana y cómo se logre realmente reducir la violencia que afecta a miles de familias mexicanas.
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