Por Bruno Cortés
Este 2025, México vivirá un proceso electoral inédito que marcará un antes y un después en la forma en que se elige a los miembros del Poder Judicial. Se trata de una reforma que promete cambiar el rumbo de la justicia en el país, y la diputada Gabriela Jiménez Godoy, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario de Morena, no dudó en expresar su entusiasmo por el alto nivel de participación ciudadana en este proceso. Según comentó, ya son más de 1,800 las personas registradas para participar en la elección de ministras, ministros, magistradas, magistrados, juezas y jueces, que se celebrará el 1 de junio de 2025.
A simple vista, puede sonar como un procedimiento burocrático más, pero esta reforma tiene implicaciones profundas en la democracia mexicana. Tradicionalmente, los altos cargos judiciales en México han sido designados por los presidentes en turno, con el Senado aprobando las propuestas. Sin embargo, con esta nueva modalidad, la ciudadanía tendrá la oportunidad de elegir directamente a los nuevos miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y otros tribunales clave. La idea es fortalecer la independencia del Poder Judicial, alejándolo de las presiones políticas y asegurando que quienes tomen decisiones sobre los derechos de los mexicanos lo hagan con imparcialidad y apegados a la ley.
El proceso está diseñado para garantizar la transparencia y el compromiso con la democracia. Las personas interesadas en postularse pueden registrar sus candidaturas hasta el 24 de noviembre, tanto a través de un portal digital como en las oficialías de partes del Congreso. Es decir, no es necesario estar conectado todo el tiempo a la red para formar parte de este proceso histórico; cualquier persona con interés en contribuir a la justicia en México puede registrarse.
¿Qué cargos se elegirán? En el caso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los mexicanos podrán elegir a cinco ministras y cuatro ministros. Además, se votará por tres magistradas y dos magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, así como una magistrada y un magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Pero eso no es todo, también se elegirán a 10 magistradas y 5 magistrados de las Salas Regionales del TEPJF en diferentes ciudades del país, y se nombrarán a 464 magistradas y magistrados de circuito, además de 386 juezas y jueces de distrito. Es, sin duda, una de las elecciones judiciales más grandes de la historia del país.
Este proceso es un claro ejemplo de la intención de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, de dar más poder a la ciudadanía y reforzar las instituciones judiciales del país. Jiménez Godoy ha sido clara en señalar que este ejercicio democrático tiene como objetivo fortalecer una justicia que realmente esté al servicio del pueblo, y no de intereses políticos o económicos.
Pero, como en todo proceso electoral, hay detalles importantes que hay que observar, y uno de ellos es el presupuesto. Jiménez Godoy expresó que el dinero asignado al proceso de 2025 no debería superar el presupuesto aprobado para las elecciones de 2024. En su opinión, la mitad de lo aprobado por el Instituto Nacional Electoral (INE) el 4 de noviembre de 2023 debería ser suficiente, ya que, en este caso, no se contempla el financiamiento a partidos políticos, lo que haría innecesario un gasto elevado. El objetivo es un proceso económico y eficiente, sin derrochar recursos.
Este proceso no es solo una reforma más: es una apuesta por la transparencia, la participación ciudadana y la independencia del Poder Judicial. Con elecciones como estas, se busca que el sistema judicial en México refleje realmente la voluntad popular y que las decisiones que afectan a millones de personas sean tomadas por quienes tengan la capacidad, la ética y la imparcialidad necesarias para hacerlo.