Laura Márquez exige reglas claras para “La Escuela es Nuestra”

Por Bruno Cortés

 

En los últimos días, la diputada del PAN, Laura Cristina Márquez Alcalá, presentó un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente del Congreso para pedirle a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que se publiquen de manera urgente las reglas de operación del programa “La Escuela es Nuestra” (LEEN) para el ejercicio fiscal 2025. La propuesta busca asegurar que las escuelas que reciban recursos de este programa cuenten con lineamientos claros, especialmente en los componentes de alimentación y horario extendido, los cuales deberían ser obligatorios para todas las instituciones beneficiadas.

El programa «La Escuela es Nuestra» tiene el potencial de cambiar la realidad educativa de muchas escuelas en México, especialmente aquellas en zonas marginadas o rurales. Sin embargo, para que realmente logre su objetivo de mejorar la calidad educativa, Márquez Alcalá subraya que es necesario que se definan de manera detallada los montos específicos para estos dos componentes clave y que se garantice que todas las escuelas que reciban estos apoyos puedan implementarlos de manera efectiva.

¿Qué quiere decir esto en términos sencillos? La diputada está pidiendo que todas las escuelas que formen parte de este programa reciban los recursos suficientes para asegurar que los estudiantes cuenten con una alimentación adecuada y con más tiempo para aprender, gracias al horario extendido. Esto no solo beneficiaría el rendimiento académico de los niños, sino que también ayudaría a combatir problemas como la desnutrición infantil, un factor clave que afecta tanto al crecimiento físico como intelectual de los menores.

Además, la diputada menciona que al implementar estos componentes como obligatorios se podría mejorar la calidad de vida de las familias trabajadoras, pues facilitaría la conciliación entre el trabajo y la vida familiar, lo que a su vez podría promover una mayor igualdad de género en el ámbito laboral. Esto, sumado a la mejora en la calidad educativa, podría ayudar a reducir las desigualdades regionales y asegurar que las comunidades más marginadas tengan las mismas oportunidades que las de las grandes ciudades.

Una de las claves del punto que presentó la diputada también tiene que ver con la distribución equitativa de los recursos. Se busca que los fondos del programa lleguen a las escuelas que más lo necesitan y no queden concentrados en zonas ya favorecidas. De esta manera, se impulsaría una educación de calidad en todas las regiones del país, especialmente en aquellos lugares más alejados de los grandes centros urbanos.

Por último, Márquez Alcalá destacó la importancia de la transparencia en el uso de los recursos. Esto no solo permitiría asegurar que el dinero se destina correctamente, sino también fortalecería la confianza de la ciudadanía en las políticas públicas. Al tener un sistema claro y bien implementado, las familias y las comunidades sabrán que los recursos destinados a la educación se están utilizando de la mejor manera posible.

Con esta propuesta, la diputada panista busca que “La Escuela es Nuestra” sea realmente una herramienta para mejorar las condiciones educativas de todos los niños y niñas del país, especialmente aquellos que provienen de contextos más vulnerables. Y al mismo tiempo, lograr que todos tengan las mismas oportunidades de aprender, crecer y desarrollarse en un entorno más justo y equitativo.

 

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