La historia del increíble compromiso de Keanu Reeves con su rol en ‘John Wick’ empezó a hacerse leyenda cuando el actor, a pesar de tener su día libre, decidió pasar su cumpleaños en el set observando a su compañero Lance Reddick actuar en ‘John Wick: Chapter 4’. La novia de Keanu reveló que él solo quería estar ahí para ver a Lance, demostrando el espíritu de equipo y la camaradería que se vivió durante la producción. Este gesto de apoyo y amistad no solo refleja la humildad de Reeves, sino la atmósfera familiar que se creó detrás de cámaras.
Otro momento memorable ocurrió cuando, en medio del rodaje de la cuarta película, Keanu fue visto moviendo pesados equipajes de producción por unas escaleras, un acto de servicio que pocos actores de su talla harían. Esto no solo habla de su ética de trabajo sino del respeto y aprecio que tiene por todos los miembros del equipo de producción, ganándose aún más el cariño y la admiración del personal.
La producción de ‘John Wick’ también tuvo sus desafíos inusuales, como la «invasión» de gatos callejeros durante el rodaje en Marruecos. La solución fue tan creativa como inesperada: contratar personal para construir casitas y alimentar a los felinos, convirtiendo el set en una especie de santuario temporal para estos animales, lo cual no solo resolvió el problema sino que añadió una capa de humanidad y humor a la producción.
Una anécdota que resalta la determinación de Keanu Reeves viene de la primera película, cuando, a pesar de estar resfriado y con fiebre, insistió en realizar sus escenas de acción. Los directores Chad Stahelski y David Leitch recordaron cómo, apenas se daba la orden de «acción», Reeves se transformaba en el letal asesino, demostrando una vez más su profesionalismo y dedicación a su arte.
El concepto de matar a alguien con un lápiz, que se convirtió en una de las escenas más icónicas de la serie, fue una idea que germinó en la mente de Keanu Reeves desde la primera película. Para la segunda entrega, decidió llevar esta idea a la pantalla, mostrando no solo su habilidad para actuar sino también su creatividad para aportar al guion y a la dirección de las escenas.
La producción también tuvo sus momentos más tiernos. En la primera película, el perro que acompaña a John Wick, Daisy, iba a morir según el guion, pero hubo resistencia por parte de la productora Thunder Road Pictures. La idea de ver sufrir a un animal indefenso no era algo que quisieran incluir, lo que refleja un lado más humano y empático de la industria cinematográfica.
La elección del beagle para interpretar a Daisy fue estratégica; el director confesó que buscaban un animal cuya muerte impactara emocionalmente a la audiencia, justificando así la venganza de John Wick. Este pequeño detalle de casting muestra cómo cada elemento en la saga de ‘John Wick’ está meticulosamente pensado para enriquecer la narrativa y conectar con el público.
Finalmente, la serie de ‘John Wick’ no solo ha sido un éxito de taquilla sino también un caleidoscopio de historias humanas, esfuerzos de equipo y momentos de improvisación que han dado vida a un mundo tan singular como el de John Wick. Desde gestos de amistad hasta desafíos logísticos, el rodaje de estas películas ha sido tan emocionante como las escenas que todos hemos visto en pantalla.