La propuesta de eliminar organismos autónomos en México ha generado preocupación en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que advierte sobre los riesgos que esta medida conlleva para la competencia económica y la protección al consumidor. La directora del IMCO, Valeria Moy, ha señalado que la desaparición de organismos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) podría limitar la capacidad de México para asegurar mercados justos y competitivos.
Según el IMCO, trasladar las funciones de estos órganos a las secretarías del gobierno federal genera incertidumbre sobre la imparcialidad y efectividad de las decisiones que afectan al mercado y a los consumidores. La autonomía de estos organismos permite que sus decisiones sean técnicas e independientes, sin la influencia de la agenda política del Poder Ejecutivo.
“La competitividad de México necesita autonomía en las funciones reguladoras y garantes de transparencia. Aunque las tareas puedan seguirse realizando en teoría, la autonomía es esencial para evitar interferencias que afecten la imparcialidad”, explicó Moy.
Estos órganos reguladores tienen la misión de proteger a los consumidores mediante la vigilancia de prácticas monopolísticas y la promoción de condiciones de mercado equitativas. Con su desaparición, se corre el riesgo de que el control de monopolios y el combate a prácticas anticompetitivas se debiliten, dejando al consumidor más vulnerable y sin una instancia imparcial que garantice sus derechos.
Valeria Moy subraya que el cambio propuesto podría significar un retroceso en áreas clave, como el acceso a la información y la regulación de prácticas comerciales justas. “Es un retroceso en términos de acceso a la información y de combate a monopolios”, afirmó, señalando que las implicaciones podrían incluir un aumento en las desigualdades de mercado y menos beneficios para los consumidores.
La independencia de estos organismos reguladores es fundamental para la transparencia y la competitividad. Su eliminación podría llevar a un mayor control gubernamental sobre decisiones que afectan directamente la economía del país, reduciendo la eficiencia y la confianza en las regulaciones del mercado. Para el IMCO, asegurar que estas funciones se mantengan libres de presiones políticas es crucial para fomentar una economía justa y competitiva.