En una temporada que prometía ser brillante para Red Bull, el RB20 se desmoronó, dejando a la escudería en el tercer lugar del campeonato de constructores en 2024. Christian Horner, jefe de Red Bull, no ha dejado de culpar a Checo Pérez por la caída del equipo, alegando que el rendimiento del mexicano fue el punto débil.
La temporada comenzó con altas expectativas: Checo Pérez terminó segundo en Bahréin y Yeda, y fue muy rápido en Japón. Sin embargo, a partir del Gran Premio de Montecarlo, su rendimiento se desplomó, perdiendo puntos cruciales que costaron posiciones al equipo.
Horner no ha perdido oportunidad para señalar que, a pesar de los esfuerzos por ayudar a Pérez, el resultado fue insuficiente. «Ganamos más carreras que cualquier otro equipo este año, pero el déficit con el segundo auto fue demasiado amplio», afirmó Horner en una entrevista con PlanetF1.
Adrian Newey, el exdiseñador de Red Bull, también ha hablado sobre la situación, sugiriendo que el RB20 era un auto impredecible y difícil de manejar. «Max Verstappen podía manejarlo, pero Checo no», comentó Newey, lo que añade más capas a la controversia.
La salida de Adrian Newey del equipo y las declaraciones de Horner han generado preguntas sobre si hay más detrás de esta situación que simplemente el rendimiento de un piloto. ¿Red Bull hizo todo lo posible por ayudar a Checo Pérez, o fue simplemente un auto problemático el verdadero culpable?