Ciudad de México, 4 de noviembre de 2024 – El Gran Desfile de Día de Muertos de la Ciudad de México se consolidó como un evento monumental al congregar a más de un millón 300 mil personas, quienes se unieron para celebrar una de las tradiciones más emblemáticas del país. La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, fue la encargada de dar el banderazo de salida a este festín de cultura y alegría, que se llevó a cabo con la participación de más de 6 mil artistas, ciudadanos y miembros de los PILARES y UTOPÍAS.
Con un ambiente festivo que llenó las calles de catrinas y catrines, flores de cempasúchil, máscaras, y música, la mandataria enfatizó la importancia de este desfile, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. «Hoy celebramos que el Día de Muertos es parte de nuestras tradiciones, y la Ciudad de México es una ciudad abierta al mundo. ¡Vivan nuestras tradiciones!», exclamó Brugada.
El desfile, que comenzó en la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec, no solo fue un espectáculo visual, sino también un homenaje a la vida y la muerte. La jefa de Gobierno invitó a todos los asistentes a disfrutar de un evento que cada año se organiza con gran dedicación. «Más de 6 mil personas trabajan para traer cultura a las principales calles de esta ciudad», afirmó, resaltando el esfuerzo colectivo que hace posible esta celebración.
La festividad se convirtió en un recorrido vibrante de ocho kilómetros, donde los asistentes pudieron disfrutar de una diversidad de personajes, desde más de 600 catrinas y catrines hasta figuras icónicas de la cultura mexicana, como mariachis y dioses prehispánicos. Los 71 carros alegóricos, junto con las comparsas musicales y los grupos de mojigangas, llenaron las calles de música y color, haciendo que cada rincón vibrara al ritmo de la batucada, rock y marimba.
Entre los asistentes, familias enteras se prepararon con anticipación, llegando desde las 09:00 horas para asegurarse un lugar privilegiado y disfrutar del desfile en primera fila. La multitud no escatimó en aplausos y gritos de entusiasmo mientras los contingentes avanzaban, convirtiendo la celebración en un verdadero carnaval de emociones.
El Gran Desfile de Día de Muertos, que se inició en 2016, ha evolucionado como una de las tradiciones más queridas de la capital, destacando la riqueza cultural del país y la conexión con sus raíces. Este año, se rindió homenaje a figuras prominentes como Lucha Villa, David Alfaro Siqueiros, y celebró a grandes mujeres como Frida Kahlo y Sor Juana Inés de la Cruz, recordando que para los mexicanos, la muerte no es un final, sino un camino de regreso.
Con el cierre de esta celebración, Clara Brugada y los participantes demostraron que el Día de Muertos no solo es una festividad, sino un símbolo de identidad que une a la comunidad y resalta la riqueza de las tradiciones mexicanas en un escenario mundial. ¡Hasta el próximo año, cuando la Ciudad de México vuelva a abrir sus puertas al mundo para celebrar la vida y la muerte con alegría y color!