Por Juan Pablo Ojeda
El Gobierno de México anunció una importante reforma al régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) con la implementación del Derecho Petrolero para el Bienestar, una medida que tiene como objetivo simplificar el sistema fiscal de la empresa estatal y mejorar la transparencia en su contribución al erario público. Esta modificación, detallada por el subsecretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, busca consolidar en un solo pago los tres gravámenes que Pemex actualmente enfrenta: el derecho de exploración, el derecho de extracción de hidrocarburos y el derecho de utilidad compartida.
En su intervención durante la conferencia matutina de Palacio Nacional, Amador destacó que este nuevo impuesto, que estará basado en la producción de hidrocarburos, tendrá una tasa general del 30% sobre los combustibles y una tasa del 11.63% para el gas no asociado. El subsecretario subrayó que la reforma será «neutral para las finanzas públicas», lo que significa que no habrá una disminución en los ingresos fiscales para el Gobierno de México, cumpliendo con las expectativas de la presidenta Claudia Sheinbaum de mantener una recaudación fiscal estable.
Simplificación y Transparencia en la Recaudación
La medida busca reducir la complejidad administrativa que Pemex enfrenta al tener que cumplir con diversos pagos y cálculos fiscales. Actualmente, la empresa estatal paga tres tipos diferentes de impuestos, cuyas tasas varían según la producción y el tipo de hidrocarburo extraído. Según explicó Amador, el nuevo diseño permitirá que Pemex pague un solo derecho, lo que simplificará los procesos tanto para la empresa como para la Secretaría de Hacienda.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum también resaltó la importancia de la transparencia en la aplicación de este nuevo derecho. En su intervención, Sheinbaum aclaró que la reforma del sexenio anterior ya había reducido los derechos que Pemex debía pagar, con una notable disminución en la tasa a la que se le exigía realizar aportaciones al erario. Recordó que, en años anteriores, Pemex llegó a pagar hasta el 70% de sus ingresos en derechos, lo que generaba una distorsión en la percepción de las finanzas de la empresa.
Pemex: Un Motor para el Bienestar Nacional
El nuevo Derecho Petrolero para el Bienestar tiene un enfoque en el desarrollo del sector energético público, en lugar de la maximización de ganancias privadas, dado que Pemex es una empresa pública. La presidenta Sheinbaum explicó que los recursos generados por esta empresa se destinan a garantizar su funcionamiento y a mantener la producción en los distintos sectores de su operación, como la extracción de petróleo, la refinación y la petroquímica. “Pemex va a pagar un solo derecho, transparente, que está principalmente asociado a su producción, y lo que genere se reinvertirá en la misma empresa para mantenerla sana y seguir produciendo”, destacó.
Este nuevo enfoque fiscal es parte de un esfuerzo por fortalecer a Pemex y garantizar su sostenibilidad en el largo plazo, en un contexto de transición energética y de desafíos económicos. A través de esta medida, el gobierno mexicano busca optimizar la eficiencia de la empresa petrolera y asegurar que continúe desempeñando un papel central en el desarrollo económico del país.
Impacto en la Economía Nacional
Este cambio en el régimen fiscal de Pemex no solo simplifica los procedimientos internos de la empresa, sino que también tiene implicaciones para la economía de México. La reforma busca generar un equilibrio entre la sostenibilidad financiera de la empresa y el bienestar nacional, alineándose con la estrategia del gobierno para reducir la dependencia de los ingresos fiscales derivados del petróleo. Además, al reducir la carga administrativa y mejorar la transparencia, se espera que Pemex pueda operar de manera más eficiente y contribuir de forma más predecible a la economía del país.