Por Bruno Cortés
En un reciente llamado a la acción, la diputada Eva María Vásquez Hernández, del Partido Acción Nacional (PAN), ha encendido las alarmas sobre la necesidad urgente de innovaciones en el sector salud en México. Participando en un evento sobre innovación en Estados Unidos, organizado por varias asociaciones del ámbito farmacéutico, la diputada enfatizó que el bienestar de la población no puede esperar más.
Vásquez Hernández destacó que, a pesar de los avances globales en investigación y desarrollo, nuestro país se encuentra rezagado en la implementación de nuevas tecnologías y tratamientos. Un dato alarmante que compartió es que, en promedio, las innovaciones en salud tardan hasta siete años en llegar a México. Eso significa que muchos medicamentos que hoy usamos ya tienen años en el mercado, mientras millones de mexicanos esperan por tratamientos que podrían cambiar sus vidas.
“Este retraso no es solo un número; son años de espera que afectan la salud de muchas personas,” comentó con firmeza. La diputada subrayó la importancia de crear un ecosistema que fomente la colaboración entre el sector público, privado y académico para que estas innovaciones se traduzcan rápidamente en beneficios concretos para la población.
“Como legisladores, debemos promover políticas que faciliten esta colaboración. No podemos permitir que los pacientes mexicanos se queden atrás en el acceso a tratamientos de vanguardia,” insistió. La urgencia de su mensaje es clara: la salud debe ser una prioridad y no puede ser un tema de colores políticos.
Sobre la inversión en salud, Vásquez Hernández resaltó que México necesita un marco legal que brinde certidumbre a quienes desean invertir en nuevas tecnologías. Esto permitiría asegurar que todos tengan acceso a servicios de salud universales, integrales y de calidad.
Finalmente, la diputada hizo un llamado al Congreso de la Unión para que priorice iniciativas que fomenten la investigación y el desarrollo en el país. También sugirió establecer alianzas estratégicas con instituciones académicas y el sector privado para impulsar la innovación.
“El futuro de la salud en México depende de nuestra capacidad para adaptarnos y aprender de las mejores prácticas internacionales. La salud no debe tener colores, y los servicios de calidad deben ser accesibles para todos,” concluyó con un mensaje de esperanza y determinación.