Un reciente estudio realizado por la Universidad de Pittsburgh desató un debate interesante: ¿puede la inteligencia artificial (IA) igualar o incluso superar la poesía de grandes autores como Shakespeare o Emily Dickinson? Los resultados, publicados en la revista Science Advances, sorprenden. Según el análisis, las personas poco acostumbradas a leer poesía no solo tienen dificultades para distinguir entre poemas generados por IA y los escritos por humanos, sino que además tienden a valorar más favorablemente los textos creados por la máquina.
¿Por qué la IA logra engañar al lector?
El estudio analizó la capacidad de 1,634 participantes para identificar la autoría de diez poemas, cinco escritos por poetas clásicos y cinco generados por el modelo ChatGPT-3.5. El hallazgo principal fue que los lectores confundían con frecuencia los textos generados por IA con los de autores humanos. De hecho, los cinco poemas que fueron considerados «menos humanos» por los participantes resultaron ser obras auténticas de escritores como T.S. Eliot y Lord Byron.
Los investigadores sugieren que esto podría deberse a dos factores principales:
- La complejidad vs. la accesibilidad: Los poemas generados por IA suelen ser más sencillos y accesibles, lo que facilita su interpretación. En contraste, los textos de poetas consagrados pueden resultar más complejos, lo que algunos participantes interpretaron como incoherencias.
- Subestimación de la IA: Los lectores tienden a infravalorar la capacidad de la inteligencia artificial para crear textos con apariencia humana, lo que contribuye a la confusión.
La percepción cambia según la información recibida
En un segundo experimento con 696 participantes, los poemas fueron evaluados en 14 categorías, como emoción, belleza, ritmo y originalidad. Los resultados revelaron que los textos de IA obtuvieron mejores puntuaciones en cualidades como ritmo y belleza.
Curiosamente, la percepción sobre los poemas varió dependiendo de lo que se les decía a los lectores:
- Los que creían que los textos eran escritos por humanos calificaron mejor las obras, fueran generadas por IA o no.
- Los que sabían que los poemas eran de IA les otorgaron puntuaciones más bajas en casi todas las categorías.
- Los que no recibieron información sobre la autoría prefirieron los poemas de IA por su claridad y sencillez.
¿Qué significa esto para el futuro de la poesía?
Aunque la IA aún no iguala la profundidad emocional de los grandes autores, este estudio resalta cómo la tecnología está cerrando la brecha en ciertos aspectos de la creatividad. También plantea preguntas sobre los sesgos humanos y cómo influye nuestra percepción de lo que «debería» ser arte.
El debate está abierto: ¿la poesía creada por inteligencia artificial debe considerarse arte en la misma medida que la escrita por humanos? Quizá la respuesta dependa de cuán dispuestos estemos a aceptar nuevas formas de creatividad.