El futbolista francés Benjamin Mendy logró una victoria significativa en su disputa legal contra el Manchester City. El defensa, que fue acusado de varios cargos de violación en 2021 y pasó meses en prisión preventiva antes de ser absuelto, demandó al club inglés por la retención de su salario. La suma que se le adeuda asciende a más de 13,2 millones de euros, correspondiente al periodo entre septiembre de 2021 y junio de 2023, cuando estuvo bajo suspensión cautelar.
Mendy, de 30 años, acudió a los tribunales laborales en Manchester, reclamando que el club había detenido erróneamente su salario de 600 mil euros mensuales mientras enfrentaba los cargos. La jueza a cargo del caso, Joanne Dunlop, dictaminó que el jugador tenía derecho a la mayor parte de su reclamación, al no haber malas conductas comprobadas que justificaran la suspensión de su salario.
El papel de la FA y la suspensión cautelar
Durante su proceso judicial, Mendy también enfrentó la suspensión por parte de la Asociación de Fútbol (FA), que lo dejó sin la posibilidad de entrenar o jugar con el equipo. Según la jueza Dunlop, esta suspensión fue una medida cautelar y no respondía a una mala conducta comprobada por parte de Mendy, lo cual hacía la retención de su salario «involuntaria o inevitable».
Además, se señaló que las restricciones que Mendy tuvo durante su libertad bajo fianza también fueron influidas indirectamente por esta suspensión de la FA. Por lo tanto, la jueza concluyó que el contrato del jugador con el Manchester City no incluía ninguna cláusula que justificara la retención de su salario bajo estas condiciones.
¿Qué sigue para Mendy?
Aún queda pendiente el cálculo exacto de la cantidad que el club deberá pagarle al defensa francés, ya que pasó cinco de los 22 meses de la reclamación en prisión preventiva. Los abogados de Mendy y el Manchester City deben acordar la cantidad final, aunque este fallo representa un importante avance para el jugador.
Para Mendy, esta victoria legal cierra un capítulo difícil en su vida profesional y personal, dejando en claro que la ausencia de una condena le concede el derecho a recibir su salario retenido.