Por Bruno Cortés
En un paso importante para la protección de los animales, el Grupo Parlamentario del PRI, liderado por Rubén Moreira Valdez, ratificó su voto a favor de un dictamen que busca crear una Ley de Protección y Cuidado de los Animales, una propuesta que, según los legisladores, tiene como objetivo principal erradicar el maltrato hacia los animales y garantizar que todas las especies, tanto domésticas como no domésticas, tengan una vida digna.
Este dictamen fue respaldado por una buena parte de la bancada priista, que incluye nombres como Marcela Guerra, Abigail Arredondo, Fuensanta Guerrero, y varios más, quienes subrayaron la importancia de reconocer a los animales como seres sintientes, es decir, seres que tienen la capacidad de experimentar emociones y sufrimiento. En su posicionamiento, los legisladores señalaron que esta ley es solo el primer paso hacia un marco jurídico más robusto, que establecerá sanciones más severas para quienes cometan actos de maltrato.
Además, uno de los puntos clave que se han planteado en la propuesta es la creación de clínicas veterinarias, refugios y centros de crianza, los cuales permitirían a los animales maltratados o abandonados recibir atención y un lugar seguro donde vivir. A la par de estas iniciativas, los legisladores propusieron impulsar campañas de esterilización en diferentes estados y municipios para controlar la sobrepoblación de animales y reducir los índices de abandono.
La situación en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es alarmante. Nuestro país ocupa el tercer lugar en Latinoamérica en cuanto a maltrato animal. Con estadísticas que incluyen que 7 de cada 10 animales domésticos sufren maltrato, que 60 mil animales mueren cada año por este abuso y que 6 de cada 10 gatos viven en la calle, los números son verdaderamente escalofriantes. A esto se le suman otros datos igualmente preocupantes: cada 60 segundos un animal es maltratado y 9 de cada 10 perros que llegan a refugios públicos son sacrificados debido a la falta de recursos.
Este panorama ha hecho que muchos políticos, activistas y ciudadanos exijan medidas más fuertes. Los legisladores del PRI no solo están pidiendo sanciones más severas para los agresores, sino también que se asigne un presupuesto suficiente para las campañas de protección animal y que se garantice la implementación efectiva de las nuevas leyes.
En este contexto, los integrantes de la bancada priista también destacaron la importancia de incorporar al Congreso de la Unión en la creación de leyes más específicas que no solo protejan a los animales domésticos, sino también a aquellos destinados al consumo humano. Este punto ha generado discusión, ya que plantea un debate sobre la forma en que la ley debe equilibrar los derechos de los animales con las prácticas culturales y económicas de distintas regiones del país.
El PRI, a través de su propuesta, también subraya que es crucial que las instituciones gubernamentales encargadas de la protección de los animales estén debidamente representadas en todos los niveles de gobierno y que se cuente con un marco legal sólido para frenar el maltrato.
La iniciativa no está exenta de controversia, pero sin duda marca un hito en la política mexicana, al poner sobre la mesa una cuestión que muchas veces ha sido ignorada: la necesidad urgente de proteger a nuestros compañeros de vida más vulnerables, los animales. Como bien dijeron los legisladores del PRI, “Es tiempo de erradicar de una vez por todas actitudes deplorables que aún persisten en nuestra sociedad”, y esta ley podría ser el comienzo de un cambio fundamental en la forma en que México trata a los animales.
La discusión continúa, pero lo que es claro es que el maltrato animal, un problema que afecta tanto a la sociedad como al medio ambiente, ya no puede seguir siendo ignorado.