Por Juan Pablo Ojeda
Un nuevo estudio ha lanzado una advertencia sobre los peligros de estar sentado durante largas horas, incluso para aquellas personas que cumplen con las recomendaciones mínimas de ejercicio. La investigación, publicada recientemente en la revista PLOS One, demuestra que pasar demasiado tiempo en sofás y sillas daña el corazón, con consecuencias que van más allá de la actividad física diaria.
La autora principal del estudio, Chandra Reynolds, profesora de psicología y neurociencia en la Universidad de Colorado en Boulder, explicó que un paseo rápido después del trabajo podría no ser suficiente para contrarrestar los efectos negativos de estar sentado. “Los peligros de estar sentado afectan la salud cardiovascular, y el ejercicio, aunque beneficioso, no logra equilibrar completamente el daño”, comentó Reynolds.
Estudio de larga duración y participación joven
El estudio, que forma parte de una investigación más amplia que sigue a más de mil residentes de Colorado, se centró en participantes de entre 28 y 49 años, muchos de los cuales pasaban casi nueve horas al día sentados. A pesar de que las tasas de ejercicio variaban entre 80 y 160 minutos de actividad moderada por semana, y menos de 135 minutos de ejercicio vigoroso por semana, el equipo observó que el tiempo prolongado de inactividad tenía un impacto notable en la salud del corazón.
El efecto del tiempo sentado en la «edad del corazón»
Para evaluar el impacto en la salud cardíaca, los investigadores utilizaron dos indicadores clave: los niveles de colesterol total y lipoproteínas de alta densidad (HDL), así como el índice de masa corporal (IMC). Los resultados fueron claros: a medida que aumentaba el tiempo sentado, también lo hacía el envejecimiento cardiovascular. Este efecto se mantenía incluso cuando los participantes cumplían con las recomendaciones mínimas de ejercicio.
Sin embargo, los datos también sugieren que un ejercicio más vigoroso puede ayudar a mitigar los efectos negativos del sedentarismo. Aquellos que incorporaban al menos 30 minutos de ejercicio vigoroso (como correr o andar en bicicleta) por día lograban contrarrestar parcialmente los daños, aunque los efectos del tiempo prolongado sentado no desaparecían por completo.
El enfoque más efectivo: reemplazar el tiempo sentado con actividad física
Una de las principales conclusiones del estudio es que reemplazar el tiempo sentado con ejercicio tiene un impacto más positivo que simplemente agregar más ejercicio a un día lleno de inactividad. Los gemelos participantes en el estudio, por ejemplo, mostraron mejoras más significativas en sus niveles de colesterol al sustituir horas de sedentarismo por actividad física intensa.
Recomendaciones de los expertos
Los investigadores sugieren varias estrategias para aquellos que pasan mucho tiempo sentados, como los trabajadores de oficina. Entre las recomendaciones están el uso de escritorios de pie, hacer al menos 30 minutos de ejercicio vigoroso cada día o incorporar sesiones de ejercicio intensivo durante los fines de semana.
Conclusión: Menos sentarse, más moverse
Este estudio subraya la importancia de mantenerse físicamente activo a lo largo del día, no solo por el bienestar general, sino también para la salud del corazón. Aunque hacer ejercicio es esencial, los investigadores destacan que es igual de importante reducir el tiempo total dedicado al sedentarismo para preservar la salud cardiovascular a largo plazo.