Cuatro décadas y contando. El Museo Nacional de la Máscara conmemoró su 43 aniversario con un evento especial que destacó su legado en la conservación del arte popular mexicano. La celebración incluyó la incorporación de dos nuevas piezas a su acervo: «Diablo Astucia», una icónica máscara de las posadas navideñas de Michoacán, y «Cocucha», una obra decorativa. Ambas fueron donadas por el reconocido mascarero Martín Delgado Castrejón, sumándose a las más de 1,300 máscaras que resguarda el museo.
Homenajes a la pasión y el arte
Durante la ceremonia, se reconoció la trayectoria de tres miembros del equipo que han dedicado años a la preservación del museo:
- Mario Alberto Padrón Guerrero – 20 años de servicio.
- Alejandra Sánchez – 15 años de compromiso.
- Marco Antonio Rodríguez Hernández – 10 años de labor.
También se entregaron reconocimientos a figuras clave en el enriquecimiento del acervo:
- Rosario González Domínguez, gestora del proyecto “Los Rostros de la Máscara”.
- Eduardo García Hernández «Amorfo», artista popular.
- Fernando Betancourt Robles, promotor cultural.
Un cierre espectacular
Para culminar el evento, el artista plástico Jorge Palacios, acompañado por la Camerata de San Luis Potosí, realizó un performance en vivo, fusionando pintura y música en una pieza única que representó la evolución y esencia del museo.
Un tesoro del arte popular
Ubicado en el corazón de San Luis Potosí, el Museo Nacional de la Máscara resguarda una de las colecciones más importantes de máscaras en México, exhibiendo piezas de distintas culturas y tradiciones del país. Su compromiso con la difusión y preservación del patrimonio lo ha convertido en un referente cultural.
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