El panorama del crimen organizado en México se ha visto sacudido tras la detención de Marcelino Ticante Castro, alias “El Fantasma”, quien fuera jefe de seguridad de Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los capos más notorios del Cártel de Sinaloa. La captura de “El Fantasma” fue realizada por elementos del Ejército mexicano en una operación en las inmediaciones de Campo El Diez, Culiacán, donde fue detenido junto a tres de sus presuntos colaboradores.
Durante la audiencia inicial, el Ministerio Público Federal (MPF) presentó pruebas que llevaron al juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio en Sinaloa, con sede en Culiacán, a vincular a proceso a Ticante Castro y sus cómplices. Los detenidos permanecerán en prisión preventiva justificada en el Centro Penitenciario de Aguaruto mientras la Fiscalía General de la República (FGR) completa la investigación complementaria en un plazo de dos meses.
Operativo y captura
La FGR informó que la detención ocurrió cuando elementos del Ejército mexicano ubicaron una camioneta con las puertas abiertas en las cercanías de Campo El Diez. Al acercarse, los oficiales observaron a dos hombres con armas largas que intentaron huir en dirección a El Dorado. Tras una persecución y enfrentamiento, las fuerzas de seguridad lograron detener a “El Fantasma” y sus acompañantes en la localidad de Campo Cuba.
En la operación, se incautaron ocho fusiles, dos ametralladoras, un arma corta, 2,594 cartuchos, 47 cargadores de diversos calibres y siete chalecos balísticos, todos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. Este arsenal refuerza las sospechas sobre el rol operativo de “El Fantasma” dentro de la estructura del Cártel de Sinaloa.
El papel de “El Fantasma” en el Cártel de Sinaloa
Marcelino Ticante Castro, conocido como “El Fantasma”, fue un colaborador cercano de “El Chapo” Guzmán y está señalado por desempeñar un rol clave en la seguridad y logística del cártel. Su arresto representa un golpe significativo para la estructura de seguridad de esta organización criminal, que continúa operando en varias regiones del país a pesar de la caída de sus líderes.
La FGR cuenta ahora con un plazo de dos meses para consolidar la investigación y posiblemente ampliar los cargos. Este proceso es crucial para determinar el futuro judicial de Ticante Castro y sus asociados.