Por Juan Pablo Ojeda
Recientemente, el Sindicato Nacional Petrolero «El Águila» consiguió un logro histórico: la toma de nota oficial que reconoce su representación dentro de Petróleos Mexicanos (Pemex). Este sindicato, que se perfila como uno de los grandes impulsores de la democratización sindical en el país, busca transformar las condiciones laborales en la industria petrolera mexicana, con un enfoque claro en la transparencia, la justicia social y la defensa de los derechos de los trabajadores.
La diputada Gloria Sánchez López, de Morena, fue quien destacó la importancia de este avance, resaltando que «es histórico que hoy en día, los sindicatos de la Cuarta Transformación estén organizados, trabajando para salir adelante y luchando por los derechos sindicales». Con esta visión, la diputada afirmó que la libertad sindical y la transformación que está viviendo México deben continuar, para garantizar que los trabajadores tengan una representación genuina y justa.
Por su parte, Julieta Hermosillo Gómez, quien funge como secretaria general del sindicato «El Águila», dejó claro que el objetivo de esta nueva organización es convertirse en un verdadero apoyo para los trabajadores de Pemex. «Buscamos ser esa representación transparente y cercana a los agremiados, que los respalde y que, además, transforme sus condiciones laborales», aseguró Hermosillo. Además, hizo hincapié en que este sindicato es un aliado de los principios de justicia social, trabajando de la mano con los trabajadores para fortalecer el sector energético de México y garantizar que los beneficios de la industria lleguen a todos.
El impacto de este sindicato también fue subrayado por Óscar Solórzano Méndez, secretario general de la Confederación de Sindicatos y Trabajadores de México, quien recordó que «El Águila» surgió como respuesta a la necesidad de un cambio radical en la estructura sindical del país. Con la creación de este sindicato, dijo, se derrumbó el viejo modelo corporativo y el “charrismo” sindical, que históricamente ha manipulado a los trabajadores en beneficio de unos pocos. En este nuevo modelo, la lucha por una mejor remuneración para los trabajadores petroleros es una de las prioridades. Solórzano fue contundente al desmentir las versiones que afirman que los actuales líderes sindicales petroleros están luchando por los intereses de los trabajadores, asegurando que «es mentira que los petroleros de México tengan los mejores contratos; en realidad, son los peor pagados del mundo».
La creación de «El Águila» es, en este sentido, un paso importante en la lucha por mejorar las condiciones laborales dentro de Pemex, y también en un proceso más amplio de reconfiguración del sindicalismo en México. Con un enfoque en la democracia, la equidad y la justicia, este nuevo sindicato promete ser una fuerza transformadora que puede marcar un antes y un después en la historia del movimiento sindical mexicano.