La reciente crítica del embajador estadounidense en México, Ken Salazar, hacia la estrategia de seguridad del exmandatario Andrés Manuel López Obrador, ha escalado a nivel diplomático. Tras las declaraciones de Salazar, en las que señaló que México bloqueó inversiones en seguridad por más de 22 millones de dólares y cuestionó la política de “abrazos, no balazos”, el Departamento de Estado de EE.UU. salió en su defensa, reiterando que aún “hay trabajo por hacer” para mejorar la seguridad en la región.
Durante una conferencia en Washington, Vedant Patel, vocero del Departamento de Estado, reafirmó el apoyo de Estados Unidos a Salazar, indicando que la cooperación en seguridad sigue siendo una prioridad para ambas naciones. «El embajador Salazar fue muy claro en que todavía hay trabajo por hacer”, subrayó Patel, añadiendo que la administración Biden tiene como objetivo fortalecer los lazos de colaboración con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El embajador Salazar no solo cuestionó la política de seguridad del expresidente López Obrador, sino que también señaló que la negativa de México a aceptar asistencia estadounidense obstaculizó la coordinación en el tema. Además, Salazar lamentó la decisión del gobierno mexicano de bloquear una inversión de 22 millones de dólares en proyectos de seguridad, lo que, según él, impidió un apoyo crucial para combatir la inseguridad en el país.
La reacción del gobierno mexicano fue rápida. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) envió una nota diplomática a la embajada de Estados Unidos manifestando su inconformidad con los comentarios del embajador. Claudia Sheinbaum también abordó la situación en su conferencia mañanera, señalando que «hay diferencias entre lo que dice el embajador un día y lo que dice al siguiente». Sheinbaum reafirmó que, aunque México coopera con Estados Unidos en temas de seguridad, el país es “libre, independiente y soberano”, y dejó claro que la relación entre ambas naciones es de colaboración, no de subordinación.
La seguridad sigue siendo un tema sensible en la relación entre México y Estados Unidos. La administración de Sheinbaum y el gobierno de Biden tienen la tarea de construir un plan que permita un esfuerzo conjunto para mejorar la seguridad en ambos lados de la frontera. Estados Unidos ha mostrado su interés en colaborar más de cerca con el gobierno de Sheinbaum, lo cual podría marcar un nuevo capítulo en la relación entre ambos países en temas de seguridad y combate al crimen.