Por Juan Pablo Ojeda
Las autoridades de Estados Unidos continúan buscando respuestas para entender las motivaciones detrás del brutal ataque perpetrado por Shamsud-Din Bahar Jabbar, un exmilitar de 42 años, que acabó con la vida de 15 personas en una celebración de Año Nuevo en Nueva Orleans. El FBI y la policía local han confirmado que el atacante actuó solo, aunque siguen investigando posibles vínculos con otros incidentes violentos ocurridos el mismo día.
En una rueda de prensa, Christopher Raia, subdirector de la unidad antiterrorista del FBI, explicó que las autoridades llegaron a la conclusión de que Jabbar operó sin cómplices tras realizar cientos de entrevistas y examinar dispositivos electrónicos incautados en varias búsquedas. A pesar de esta declaración, los investigadores continúan explorando la hipótesis de que el ataque podría estar relacionado con una explosión ocurrida en Las Vegas el mismo 1 de enero, que involucró un vehículo Cybertruck. Sin embargo, las autoridades aclararon que no tienen evidencia definitiva que conecte los dos eventos.
Motivaciones del atacante y posibles influencias internacionales
Horas antes del ataque, Jabbar publicó varios videos en Facebook en los que expresó su apoyo al Estado Islámico (EI) y detalló que había considerado inicialmente atacar a su familia y amigos, pero luego optó por un acto de mayor envergadura para centrar la atención en lo que él percibía como «la guerra entre los creyentes y los incrédulos». El FBI indicó que la acción fue un acto terrorista «inspirado» en el EI.
En la investigación se descubrió una bandera del EI en la camioneta Ford-150 blanca que Jabbar utilizó para atropellar a decenas de personas en la famosa calle Bourbon Street, una zona cerrada al tráfico durante las celebraciones de Año Nuevo. Además, se hallaron dos explosivos sin detonar dentro de una nevera portátil que Jabbar dejó en el centro histórico de Nueva Orleans, lo que eleva aún más la gravedad del ataque.
Un exjugador de futbol americano y una madre soltera entre las víctimas
El ataque ha dejado 15 muertos, entre los cuales se encuentran víctimas de diversas edades y perfiles. Entre ellos, destacan Nicole Perez, una madre soltera de 27 años y originaria de Metairie, quien deja a un niño de 4 años. Pérez, quien trabajaba en un negocio local, acababa de recibir un ascenso y estaba a punto de mudarse a un nuevo apartamento. Otra víctima identificada fue Tiger Bech, un exjugador de futbol americano de 27 años, que había jugado en St. Thomas More y la Universidad de Princeton. Bech fue trasladado a un hospital donde falleció poco después.
Otras víctimas fueron Reggie Hunter, de 37 años, padre de dos hijos, y Nikyra Dedeaux, una estudiante de 18 años. Los testimonios de amigos y familiares destacan que la tragedia ha dejado un profundo dolor en la comunidad, que no esperaba un ataque de tal magnitud en una fecha tan significativa.
Investigación en curso y búsqueda de conexiones internacionales
El FBI continúa con la investigación para determinar si Jabbar tenía conexiones con grupos terroristas internacionales y cómo pudo haber radicalizado sus creencias. Aunque las autoridades no descartan ninguna línea de investigación, los primeros hallazgos apuntan a que el ataque fue planificado con la intención de generar caos y terror en la ciudad de Nueva Orleans.
En paralelo, las fuerzas del orden siguen rastreando el origen de los explosivos y la bandera del EI encontrada en la camioneta, lo que podría ayudar a arrojar luz sobre las posibles influencias externas en el ataque. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades han reiterado que no hay evidencia que vincule el atropellamiento con el atentado en Las Vegas, a pesar de la cercanía temporal de ambos incidentes.