Por Juan Pablo Ojeda
En un giro significativo en la política internacional, el gobierno de Estados Unidos ha decidido aumentar de 15 a 25 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, quien fue recientemente juramentado como presidente de Venezuela para el periodo 2025-2031 en una ceremonia celebrada en el Parlamento controlado por el chavismo. Este incremento se enmarca dentro de una nueva batería de sanciones impuestas por la Administración de Joe Biden, que persigue a Maduro por su vinculación con crímenes relacionados con el narcotráfico.
Recompensas y Sanciones
Además de la recompensa por la captura de Maduro, el gobierno estadounidense también ha fijado una recompensa de 25 millones de dólares por información que permita arrestar a Diosdado Cabello, ministro del Interior y considerado uno de los principales colaboradores de Maduro, y de 15 millones de dólares por la detención de Vladimir Padrino, ministro de Defensa de Venezuela. Las recompensas buscan presionar a los miembros clave del régimen venezolano y continuar con la lucha contra el narcotráfico en la región.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha implementado sanciones económicas contra ocho altos funcionarios del gobierno venezolano. Entre ellos destacan figuras como Héctor Obregón Pérez, presidente de la petrolera estatal PDVSA, y Ramón Celestino Velásquez, ministro de Transportes, a quienes se les acusa de practicar políticas represivas que atentan contra la democracia y los derechos humanos en Venezuela.
Respuesta a la Juramentación de Maduro
El día de hoy, Nicolás Maduro fue juramentado nuevamente como presidente de Venezuela, en medio de fuertes acusaciones de fraude electoral y un supuesto «golpe de Estado». La oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, ha cuestionado la legitimidad de las elecciones y afirma que González debería haber sido investido como presidente, citando lo que consideran «pruebas indiscutibles» de que él ganó los comicios del 28 de julio. En este contexto, Estados Unidos ha tomado medidas para presionar al régimen de Maduro, acusando a su administración de fraude electoral y represión.
Medidas Adicionales y El Estatus de Protección Temporal
Además de las recompensas y sanciones, la Administración de Biden también ha decidido extender por 18 meses más el Estatus de Protección Temporal (TPS) para miles de venezolanos que residen en Estados Unidos. Esta medida busca garantizar la seguridad y estabilidad de aquellos que han huido de la crisis política y económica en Venezuela, permitiéndoles continuar trabajando y viviendo en el país mientras persiste la situación inestable en su nación.
El gobierno estadounidense también ha dejado claro que tomará «medidas adicionales» para limitar los ingresos de Maduro y sus aliados, lo que podría incluir el embargo de activos venezolanos en el extranjero. Aunque no se han anunciado cambios en las licencias para empresas extranjeras como Chevron, que aún pueden extraer petróleo en Venezuela, la presión económica sobre el gobierno de Maduro parece estar en aumento.
Contexto Internacional y Posición de los EE.UU.
Este conjunto de sanciones y recompensas responde a los recientes eventos en Venezuela, incluida la juramentación de Maduro como presidente, que ha sido calificada por muchos como un acto ilegítimo. Según una fuente anónima del gobierno de Estados Unidos, la Administración considera que los resultados electorales en Venezuela fueron manipulados y que González Urrutia debería haber sido el verdadero vencedor de las elecciones presidenciales, dada la evidencia presentada por la oposición.
Con las nuevas sanciones, Estados Unidos ha dejado en claro su postura firme contra el régimen de Maduro, al mismo tiempo que sigue buscando maneras de frenar el narcotráfico en la región y apoyar a los venezolanos que buscan refugio en el extranjero.