Por Juan Pablo Ojeda
Una semana después de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, la incertidumbre sigue marcando el panorama político del país. Aunque los republicanos ya han recuperado el control del Senado, el resultado final en la Cámara de Representantes aún está por definirse. Con los conservadores liderando el conteo en este último hemiciclo y a solo cuatro escaños de alcanzar la mayoría, la balanza podría inclinarse definitivamente a su favor en los próximos días.
Optimismo republicano: «El pueblo estadounidense quiere un cambio»
Mike Johnson, actual líder de la Cámara de Representantes, se mostró optimista durante una conferencia de prensa el martes, asegurando que los republicanos están avanzando y pasando página. «Estamos muy optimistas. Estamos avanzando y vamos a pasar página. Esto es algo que la población estadounidense necesita y quiere desesperadamente», declaró Johnson, destacando la necesidad de un cambio en la política estadounidense.
Con los resultados todavía inciertos en la Cámara Baja, donde los republicanos han asegurado 214 escaños frente a los 205 de los demócratas, los conservadores se acercan a los 218 escaños necesarios para alcanzar la mayoría. De los 16 escaños restantes, los republicanos lideran en 9 y los demócratas en 7, con la mayoría de los distritos aún por definir en California, el estado con el mayor número de escaños.
Trump y el control de las dos cámaras
Las proyecciones sugieren que los republicanos, liderados por Donald Trump, podrían no solo asegurar el control del Senado, sino también recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes. En el Senado, los republicanos ya tienen asegurados 53 de los 100 escaños, arrebatando la mayoría a los demócratas en los comicios del 5 de noviembre.
«Está claro que el pueblo estadounidense quiere fronteras seguras y quiere evitar que terroristas y criminales entren en el país. Son cosas de sentido común», afirmó Johnson, destacando los temas clave en la agenda republicana, como la seguridad fronteriza. El líder republicano también expresó su disposición a trabajar de cerca con Trump para implementar las reformas que considera necesarias para una «nueva era dorada» en Estados Unidos.
La incertidumbre del recuento: ¿fraude o irregularidades?
La lentitud en los recuentos y el escepticismo respecto a la validez de los resultados se han convertido en una característica habitual de las elecciones estadounidenses en los últimos años. En 2020, el país tuvo que esperar varios días para conocer al ganador de las elecciones presidenciales, debido al alto volumen de votos por correo y la recontabilidad en estados clave. En las elecciones legislativas de 2022, el control de la Cámara de Representantes no se definió hasta nueve días después de los comicios.
Ante la situación, Mike Johnson minimizó las preocupaciones sobre el fraude electoral, un tema que ha sido ampliamente discutido desde las presidenciales de 2020. «Sabemos con certeza que no ciudadanos votaron en algunos lugares porque se estaban inscribiendo para votar desafiando la ley federal. Pero debido a toda la atención que el pueblo estadounidense puso al respecto, creo que pudimos limitar en alto grado la cantidad de fraude e irregularidad», afirmó el líder republicano.
Un futuro incierto para el Congreso
A medida que los recuentos avanzan, Estados Unidos sigue a la espera de la definición definitiva del control del Congreso. Con los republicanos a punto de lograr una mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, se espera que las políticas de Trump, centradas en la seguridad fronteriza, la reducción de impuestos y una postura más agresiva contra China, dominen la agenda legislativa en los próximos años.
La situación también genera incertidumbre sobre el futuro del Partido Demócrata, que ha perdido terreno en varias contiendas clave, aunque mantiene un control del Ejecutivo con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca. La relación entre el Congreso republicano y la administración demócrata se perfila como una de las grandes incógnitas para los próximos años.