Por Juan Pablo Ojeda
El Día Mundial de la Adopción, celebrado cada 9 de noviembre, se erige como una fecha clave para reflexionar sobre los avances y los retos en la adopción, y sobre todo, para poner en primer plano los derechos de la niñez en los procesos legales de adopción. En México, a pesar de que la práctica ha crecido en los últimos años, aún existen 64 mil niñas y niños a la espera de ser adoptados y encontrar un hogar que les brinde estabilidad, amor y oportunidades para un mejor futuro.
Georgina Ibañez, directora general de la Fundación Unnido, una organización que promueve la adopción en el país, subrayó que, aunque se han logrado avances, persisten importantes desafíos en la cultura de la adopción en México. “Es necesario que toda la sociedad se una a este esfuerzo, para asegurar que los derechos de los niños sean siempre el eje central de los procesos de adopción”, expresó Ibañez en una entrevista.
Avances y retos en la adopción en México
Entre 2014 y 2022, el Sistema Nacional DIF recibió un total de 542 solicitudes de adopción, tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, solo el 22% de estas solicitudes (119) resultaron en adopciones efectivas. Estos números reflejan tanto el creciente interés por adoptar en México como los obstáculos que aún existen, entre los cuales se destacan los largos procesos burocráticos, la falta de sensibilización sobre la adopción y la sobrecarga de trabajo de los tribunales.
Ibañez destacó un caso emblemático que resalta la importancia de centrarse en los derechos de los menores durante los procesos de adopción: el de Inés, una niña que pasó dos años esperando ser adoptada. Inés fue una de las beneficiarias de un enfoque renovado en los procesos de adopción, que prioriza el bienestar emocional y psicológico de los niños en espera de un hogar. Durante su proceso, tanto los futuros padres como ella participaron en talleres y terapias organizadas por el DIF y la Fundación Unnido, lo que permitió una integración más humana y consciente de las necesidades de la menor.
El derecho de los niños a ser escuchados
En un hecho destacado del proceso, la jueza a cargo del caso priorizó escuchar a Inés en un espacio privado antes de la audiencia, permitiéndole expresarse libremente sobre sus deseos y preocupaciones. Este gesto reflejó una práctica cada vez más común en los procesos de adopción, que es reconocer y asegurar que los niños sean escuchados en todas las decisiones que afectan su vida, como lo estipulan los principios internacionales sobre los derechos de la niñez.
“Este caso sienta un precedente en el sistema judicial mexicano sobre la importancia de asegurar que los derechos de las niñas y niños sean el eje central en los procesos de adopción”, subrayó la directora de la Fundación Unnido, destacando la necesidad de aplicar estos principios en todos los procesos de adopción, más allá de los aspectos legales.
Un llamado a la sociedad
A pesar de que existen avances, aún queda mucho por hacer. La Fundación Unnido hizo un llamado a la sociedad mexicana para involucrarse en el fomento de la adopción y garantizar que todos los menores en el país tengan la oportunidad de vivir en un entorno familiar adecuado y lleno de amor. “Es crucial que se promueva una cultura de adopción responsable y ética, donde los derechos de los niños sean siempre lo más importante. Todos podemos ser parte de este esfuerzo”, concluyó Ibañez.
Por su parte, Inés, quien ahora vive feliz con su nueva familia, expresó con emoción al final de su audiencia: “Estoy feliz de 10”. Esta simple frase refleja el impacto positivo que un proceso de adopción centrado en el bienestar del niño puede tener en la vida de un menor.
Conclusión
El Día Mundial de la Adopción es una oportunidad para reflexionar sobre el camino recorrido en la adopción, pero también para reconocer los retos pendientes. En México, aunque el número de adopciones ha aumentado, la tarea de lograr que cada niño tenga la oportunidad de crecer en un hogar amoroso sigue siendo una asignatura pendiente. La protección de los derechos de la niñez y el enfoque centrado en los menores deben ser siempre el eje fundamental de cualquier proceso de adopción, para asegurar que los niños no solo encuentren un hogar, sino también el amor, la seguridad y el apoyo que necesitan para crecer felices y desarrollarse plenamente.