Por Juan Pablo Ojeda
Los países del G20 se preparan para firmar compromisos clave en la cumbre que se llevará a cabo este lunes y martes en Río de Janeiro, con el objetivo de fortalecer las políticas de lucha contra la crisis climática. Sin embargo, estos esfuerzos podrían verse amenazados por la posible reelección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, un conocido escéptico del cambio climático, lo que podría debilitar los avances alcanzados en el foro.
El Impulso Climático de Brasil y la Agenda del G20
El cambio climático es uno de los ejes centrales de la cumbre, un tema impulsado por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha puesto la agenda ambiental en el centro de la presidencia del G20 este año. El grupo de países que conforman el G20 representa cerca del 80% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo que subraya la importancia de tomar medidas urgentes y coordinadas en este frente.
A lo largo de las reuniones ministeriales previas a la cumbre, los países del G20 han logrado un consenso para aumentar los flujos financieros destinados a la lucha contra el cambio climático, incluyendo la propuesta de fortalecer el papel de los bancos multilaterales de desarrollo. Asimismo, los jefes de Estado planean firmar compromisos ambiciosos, como la meta de triplicar la capacidad global de energías renovables hasta 2030, y fomentar la transformación ecológica con herramientas económicas, como la bioeconomía, que promueven el uso sostenible de los recursos naturales.
Uno de los compromisos más destacados es la creación del Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), una iniciativa de Brasil que busca compensar a los países de baja y media renta por la preservación de sus selvas tropicales, que actúan como sumideros de carbono y son vitales en la lucha contra el calentamiento global.
Compromisos Concretos para la Sostenibilidad
Entre las medidas concretas que se propondrán en la cumbre destacan:
- Apoyo financiero a la conservación de los océanos y la implementación de una convención internacional para combatir la contaminación por plásticos.
- Pago por servicios ecosistémicos a los países que preservan sus recursos naturales, además de la mejora en la gestión de estos recursos a través de una economía circular.
- Prácticas sostenibles en sectores clave como la agricultura y el turismo, con el objetivo de mitigar los impactos ambientales de estas industrias.
Aunque estos compromisos reflejan un avance significativo en la cooperación global para frenar la crisis climática, los acuerdos podrían enfrentarse a obstáculos importantes si Donald Trump regresa a la Casa Blanca.
El Impacto del «Efecto Trump»
Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima en Brasil, advirtió que el regreso de Trump a la presidencia podría tener un impacto negativo en los esfuerzos globales para abordar el cambio climático. Trump, conocido por sus posturas negacionistas respecto al cambio climático, ya retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París en 2017, lo que debilitó los esfuerzos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
«Retirar a Estados Unidos de las negociaciones climáticas tendrá un efecto muy negativo», señaló Astrini, quien subrayó que el país norteamericano, como el segundo mayor emisor de CO2 a nivel mundial, podría retirar su apoyo financiero, diplomático y tecnológico a las iniciativas climáticas globales.
El impacto del regreso de Trump ya se está sintiendo. Según el científico brasileño Carlos Nobre, el «efecto Trump» se hizo evidente en la reciente retirada de la delegación argentina de la cumbre climática de Bakú (COP29), un evento donde varios gobiernos negacionistas han comenzado a alinearse. Nobre considera que la situación es «muy grave» ya que los efectos del cambio climático son cada vez más visibles, con un aumento exponencial de eventos climáticos extremos como sequías, huracanes e incendios forestales.
«Los eventos extremos se han multiplicado exponencialmente; nunca ha habido tantos como los que estamos viviendo ahora», agregó Nobre, quien también destacó que las condiciones del planeta se han deteriorado significativamente desde la primera presidencia de Trump.
Desafíos y Esperanza para la Acción Climática Global
Con la llegada de Trump al poder, los compromisos firmados en la cumbre del G20 podrían enfrentar retrocesos, especialmente en un momento en el que el mundo se enfrenta a una emergencia climática sin precedentes. La influencia de Estados Unidos sobre las negociaciones globales sigue siendo crucial, y su postura puede definir el éxito o el fracaso de las iniciativas internacionales de mitigación y adaptación al cambio climático.
A pesar de estos desafíos, la cumbre de Río de Janeiro sigue siendo una oportunidad clave para que los países más grandes y contaminantes del mundo refuercen su compromiso con el clima y pongan en marcha medidas concretas para proteger el planeta. Sin embargo, el futuro de estas iniciativas dependerá de la estabilidad política y del liderazgo global en la lucha contra la crisis climática, un liderazgo que en gran parte podría estar amenazado por el regreso de Trump a la Casa Blanca.