El 13 de abril de 2029, el asteroide Apophis, conocido como el «Dios del Caos», realizará un sobrevuelo cercano a la Tierra que intriga a los científicos. Esta roca espacial de unos 335 metros de longitud pasará a una distancia de 321,868 kilómetros de nuestro planeta, más cerca que algunos de los satélites que orbitan actualmente. Aunque no representa un peligro de impacto, este evento abre una oportunidad única para observar cómo las fuerzas gravitacionales de la Tierra pueden transformar un asteroide.
De acuerdo con Ronald-Louis Ballouz, investigador del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, la atracción de nuestro planeta podría desencadenar temblores en la superficie de Apophis, comenzando aproximadamente una hora antes de su máxima aproximación. Estos temblores, aunque suaves comparados con los de la Tierra, podrían ser lo suficientemente intensos para mover rocas en la superficie del asteroide, un fenómeno fascinante para la comunidad científica.
Los temblores en Apophis no serían el único cambio potencial. La gravedad terrestre también podría alterar la rotación caótica del asteroide, provocando un “cabeceo” irregular, similar a un balón lanzado de forma errática. Este cambio podría desencadenar movimientos de tierra que afectarán la estructura de Apophis durante miles de años, generando patrones en la superficie nunca antes vistos.
La misión OSIRIS-APEX de la NASA está preparada para aprovechar este evento. La nave, que inicialmente fue utilizada en la misión OSIRIS-REx, pasará 18 meses estudiando a Apophis durante y después de su sobrevuelo. Los datos recopilados podrían resolver preguntas sobre cómo los encuentros cercanos con planetas afectan a los asteroides, un misterio que ha desconcertado a los científicos desde hace décadas.
Apophis toma su nombre de una figura mitológica: el dios egipcio del caos, Apep. Este dios, representado como una serpiente gigante, era el eterno enemigo del dios sol Ra, luchando cada noche para evitar el amanecer. Apophis simbolizaba el caos y la oscuridad, y su mitología parece coincidir con el temor y la curiosidad que genera su homónimo espacial.
El paso cercano de Apophis permitirá a los científicos estudiar cómo los sobrevuelos planetarios afectan a los asteroides, un conocimiento que puede ayudar a entender mejor la evolución del sistema solar. Además, estos estudios aportan datos útiles para eventuales misiones de desviación de asteroides en caso de que alguno represente una verdadera amenaza en el futuro.
Aunque se ha confirmado que Apophis no impactará la Tierra, su visita ofrecerá una «ventana al caos», que permitirá a la comunidad científica observar y entender mejor la dinámica y transformación de estos cuerpos celestes.