Por Juan Pablo Ojeda
En la Mañanera del Pueblo de este lunes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aceleró su intervención para informar a los medios de comunicación que se dirigía a una reunión importante con las autoridades eclesiásticas del país. Aunque la mandataria ha declarado en diversas ocasiones su postura agnóstica, reconoció la relevancia del clero en la vida social y política del país, por lo que aceptó participar en la 117 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), donde abordará diversos temas de interés nacional.
Un encuentro crucial con los obispos
En este encuentro, que se celebra en un contexto de creciente tensión por los problemas de seguridad y migración que enfrenta el país, Sheinbaum se reunirá con los principales líderes de la iglesia católica mexicana. Entre los temas que se prevé sean tratados se incluyen el problema de la migración irregular, la implementación de la Agenda Nacional por la Paz y, muy probablemente, el delicado tema de la seguridad, especialmente tras los recientes eventos de violencia, como el asesinato del sacerdote y activista Marcelo Pérez Pérez, ocurrido el pasado 20 de octubre en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
El asesinato de Pérez Pérez, que era un crítico del crimen organizado y las políticas migratorias, ha puesto nuevamente sobre la mesa las críticas del clero hacia las políticas de seguridad del gobierno. La jerarquía católica, que históricamente ha mostrado su preocupación por la violencia en el país, intensificó sus observaciones y reclamos durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, especialmente en temas relacionados con la migración y la seguridad.
El clero y la crítica a la inseguridad en México
En los últimos años, el clero ha sido un crítico importante de las políticas gubernamentales de seguridad. Desde 2019, varios sacerdotes han sido víctimas de violencia, una situación que ha levantado la voz de la Iglesia ante la falta de garantías para los defensores de derechos humanos y aquellos que trabajan con comunidades vulnerables. Durante el sexenio de AMLO, se registraron al menos ocho sacerdotes asesinados, lo que ha generado una creciente preocupación entre la jerarquía católica sobre la seguridad de los religiosos y la efectividad de las políticas de seguridad del gobierno.
Entre los casos más relevantes se encuentran:
- En 2019, el asesinato del Padre José Martín Guzmán Vega en Tamaulipas.
- En 2021, los homicidios de los sacerdotes Gumersindo Cortés González y José Guadalupe Popoca Soto.
- En 2022, los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín César Mora en Chihuahua, y el sacerdote José Guadalupe Rivas en Baja California.
- En 2023, el asesinato del párroco Javier García Villafaña en Michoacán.
Estos crímenes han sido una constante denuncia por parte del clero, que ha cuestionado las políticas de seguridad y la creciente violencia en el país, en particular en zonas con una fuerte presencia del crimen organizado.
La elección del nuevo presidente del CEM
Durante la misma Asamblea Plenaria de la CEM, se realizaron elecciones para más de 60 cargos dentro de la jerarquía eclesiástica. En una votación que incluyó a 150 obispos de todo el país, se eligió al obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, como nuevo presidente para el trienio 2024-2027. Junto con él, fueron designados otros altos funcionarios eclesiásticos:
- Jaime Calderón Calderón, arzobispo de León, fue elegido vicepresidente.
- Héctor Mario Pérez Villarreal, obispo auxiliar de México, fue nombrado secretario general.
- Jorge Alberto Cavazos Arizpe, arzobispo de San Luis Potosí, fue designado tesorero general.
- Roberto Yenny García, obispo de Ciudad Valles, y Felipe Pozos Lorenzini, obispo de Ciudad Obregón, fueron elegidos como vocales.
Este proceso electoral representa un cambio generacional en la cúpula del CEM y marca una etapa de renovación para la Iglesia Católica en México, que se enfrenta a desafíos tanto espirituales como sociales en un contexto de creciente polarización política y violencia.
Un encuentro de puertas abiertas
A pesar de la postura agnóstica de la presidenta Sheinbaum, la reunión con la jerarquía católica refleja una pragmática apertura hacia los líderes religiosos en un país donde la Iglesia Católica sigue siendo una institución de gran peso en la vida pública. Este acercamiento a la Conferencia del Episcopado Mexicano es parte de una estrategia para abordar de manera conjunta los problemas de migración, paz y seguridad que afectan a México, buscando siempre el equilibrio entre la laicidad del Estado y la importancia de la religión en la vida cotidiana de millones de mexicanos.
Sheinbaum, quien se perfila como una de las principales contendientes en las próximas elecciones presidenciales, ha sido criticada por algunos sectores por su relación con la Iglesia, aunque el encuentro con los obispos podría interpretarse como un intento de fortalecer su imagen en un tema tan sensible como la seguridad y los derechos humanos.