Por Juan Pablo Ojeda
En el marco de su reunión con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, insistió en que las autoridades federales estadounidenses proporcionen toda la información disponible sobre la detención de Ismael “El Mayo” Zambada García, uno de los criminales más buscados de México y cofundador del Cártel de Sinaloa. A casi cuatro meses de este suceso, aún persisten muchas incógnitas sobre los hechos, y el gobierno mexicano no ha recibido las respuestas que esperaba de la administración de Biden.
Ayer, antes de partir de Brasil rumbo a México, Sheinbaum fue entrevistada por N+ y detalló cómo abordó este tema con el presidente estadounidense. «Le planteé este tema que ha sido difícil en la relación, pidiéndole toda la información posible para poder evaluar» sobre la detención de Zambada, afirmó la mandataria. Añadió que era crucial que México tuviera acceso a toda la información relacionada con el caso, especialmente porque aún hay muchas preguntas sin respuesta sobre lo ocurrido el pasado 25 de julio, cuando Zambada fue detenido en Texas.
De acuerdo con un comunicado oficial de la Casa Blanca, durante su encuentro, Sheinbaum y Biden trataron diversos temas de interés bilateral, como la migración, la seguridad y la lucha contra la violencia transnacional. Además, reafirmaron su compromiso de fortalecer la cooperación económica y avanzar en la relación bilateral entre ambos países. En ese mismo comunicado, Biden expresó sus felicitaciones a Sheinbaum por su reciente elección y reiteró el compromiso de Estados Unidos con la construcción de una América del Norte próspera, enfocada en crear empleos bien remunerados.
Un caso envuelto en misterio
La detención de Ismael “El Mayo” Zambada, el 25 de julio, ha estado rodeada de misterio y controversia. A pesar de que inicialmente se informó que el capo fue capturado en Texas tras aterrizar en una aeronave privada, las circunstancias de su arresto y el papel que jugó Estados Unidos en este operativo siguen sin aclararse por completo. Se sabe que la aeronave en la que viajaba Zambada tenía una matrícula duplicada, lo que levantó aún más sospechas sobre el origen y la autorización del vuelo. Además, un informe posterior sugirió que Zambada había sido secuestrado por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, lo que complica aún más la narrativa oficial.
El gobierno mexicano ha solicitado formalmente a Estados Unidos que le proporcione información detallada sobre la operación, ya que se desconoce el paradero del piloto de la aeronave y las circunstancias exactas en las que se llevó a cabo la captura. También se desconocen los detalles sobre cómo se llegó a un acuerdo para que Joaquín Guzmán López se entregara y el papel que desempeñaron las agencias de seguridad estadounidenses en este proceso.
Además de la falta de información oficial, diversos trabajos periodísticos han arrojado nuevos detalles sobre el caso. Los periodistas Ioan Grillo, Juan Alberto Cedillo (de CrashOut Media) y Alan Feuer (de The New York Times) han reportado que tanto Zambada como Guzmán López fueron citados en un domicilio cerca de la colonia Huertos del Pedregal, en Culiacán, Sinaloa, el día de su arresto. En esta cita también estuvieron presentes el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y Héctor Melesio Cuén, líder del Partido Sinaloense, quien fue asesinado el mismo día de los hechos.
Según fuentes no oficiales, cuando «El Mayo» llegó al lugar con sus escoltas, un comando estadounidense de seis elementos lo sorprendió. En ese enfrentamiento, los escoltas de Zambada habrían sido eliminados, lo que deja más preguntas que respuestas sobre las acciones de las fuerzas estadounidenses en territorio mexicano.
Tensiones diplomáticas
La solicitud de Sheinbaum a Biden refleja las tensiones existentes entre México y Estados Unidos sobre la cooperación en materia de seguridad, especialmente cuando se trata de operaciones de inteligencia que involucran a criminales de alto perfil como “El Mayo” Zambada. El hecho de que Estados Unidos haya detenido a Zambada en su territorio sin coordinar con las autoridades mexicanas, o al menos compartir detalles de la operación, ha generado un malestar significativo en México.
A pesar de las felicitaciones y el tono amistoso del comunicado de la Casa Blanca, la relación entre ambos países sigue siendo tensa, particularmente en temas de seguridad y justicia. La falta de información clara y el silencio sobre el paradero de algunos de los involucrados en la operación son elementos que han alimentado la desconfianza entre los dos gobiernos.
Con este panorama, el gobierno de México mantiene la presión sobre Estados Unidos para que cumpla con la entrega de información sobre la detención de Zambada, una de las figuras más poderosas del narcotráfico en México. Esta situación podría tener implicaciones más profundas en la cooperación bilateral en el futuro cercano, y representa otro capítulo en la compleja relación entre ambas naciones en el ámbito de la lucha contra el crimen organizado.