Por Juan Pablo Ojeda
Este 10 de enero, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, inauguró la primera jornada del año del programa de desarme voluntario «Sí al desarme, sí a la paz», el cual busca reducir la violencia en el país a través de la entrega de armas de fuego para su destrucción, a cambio de incentivos económicos. Este programa, que Sheinbaum implementó durante su gestión como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, permite que los ciudadanos entreguen voluntariamente sus armas sin que se realice ninguna investigación o denuncia en su contra, promoviendo una cultura de paz y seguridad.
La mandataria encabezó el acto inaugural en el atrio de la Basílica de Guadalupe, donde destacó el impacto histórico que tendrá esta iniciativa, que según sus palabras, no solo será un ejemplo para México, sino también para el resto del mundo. En su discurso, Sheinbaum subrayó que la entrega voluntaria de armas es una herramienta clave en la construcción de justicia y paz, no solo a nivel local, sino también nacional.
“Este programa hará historia en el país y será un ejemplo para el mundo entero”, señaló la presidenta. “En México estamos construyendo justicia, estamos construyendo paz, y lo estamos haciendo de manera concreta con este tipo de programas”, agregó, haciendo énfasis en la importancia de acciones como esta para reducir los niveles de violencia en el país.
El programa “Sí al desarme, sí a la paz” es una medida que ha ganado popularidad en diversas partes del país y ha tenido un impacto positivo en la disminución de armas de fuego en circulación. De acuerdo con datos del gobierno, en ediciones anteriores del programa se han recolectado miles de armas, lo que ha contribuido a mejorar la seguridad en algunas regiones de México.
Un paso hacia la construcción de paz
El desarme voluntario forma parte de una serie de iniciativas para promover la paz y la seguridad en un país que sigue enfrentando altos niveles de violencia, especialmente en regiones con presencia de grupos delictivos. Este programa se lleva a cabo en varias entidades federativas y, en esta ocasión, la Basílica de Guadalupe fue el punto de encuentro para dar inicio a una nueva etapa de recolección de armas.
Con esta acción, Claudia Sheinbaum sigue impulsando su compromiso con la paz y la justicia, objetivos que, según ha repetido en múltiples ocasiones, son fundamentales para el desarrollo del país. La destrucción de armas de fuego es vista como una de las medidas para frenar la violencia armada que afecta a diversos sectores de la sociedad.