Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se encuentra evaluando la posibilidad de asistir a la investidura del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el próximo 20 de enero. Aunque la invitación aún no ha sido formalmente extendida, Sheinbaum Pardo dejó entrever que podría participar en el evento, tras una conversación telefónica con el mandatario electo, que calificó de “muy cordial” y en “buenos términos”.
Posible Asistencia a la Investidura: Aún No Hay Confirmación Formal
En su conferencia matutina, la mandataria mexicana explicó que, aunque no se ha recibido la invitación oficial, existe la posibilidad de que asista a la ceremonia de toma de posesión de Trump. “Vamos a ver, todavía ni siquiera han enviado las invitaciones, pues acaba de obtener el triunfo, está constituyendo su equipo, y ya habrá momento para definir eso. Sí (hay posibilidad de ir), vamos a ver”, respondió Sheinbaum a los reporteros.
Este anuncio de una potencial visita a Washington surge luego de la victoria electoral de Trump, quien lideró una campaña con propuestas polémicas para México, incluyendo la posibilidad de imponer nuevos aranceles a productos mexicanos y de intensificar las medidas contra los cárteles del narcotráfico. No obstante, Sheinbaum se mostró optimista sobre la relación futura entre ambos países, destacando la cordialidad de la conversación telefónica que sostuvo con el presidente electo.
Una Conversación Cordial con Trump
Durante la charla telefónica, que tuvo lugar tras la victoria de Trump el pasado 5 de noviembre, Sheinbaum Pardo destacó que la plática fue “muy, muy cordial”. Según relató, Trump le expresó su satisfacción por el resultado de las elecciones en México, y, en un tono amistoso, le comentó: «See you soon», a lo que Sheinbaum respondió afirmativamente, expresando la disposición de continuar las conversaciones.
«Esto que salió de que me invitó a la toma de posesión y todo esto, me dijo: ‘see you soon’, o sea, nos vemos pronto, y sí le dije: nos vemos pronto, esencialmente», relató la mandataria. De acuerdo con sus declaraciones, el intercambio fue breve pero positivo, y dejó entrever que, a pesar de las diferencias que podrían surgir, ambos países tienen la posibilidad de construir una relación basada en el respeto y la cooperación.
El Desafío de la Frontera y el Tratado T-MEC
Uno de los principales retos diplomáticos que Sheinbaum deberá afrontar con la administración de Trump será el tema de la frontera, un asunto que fue prioritario durante la campaña del republicano, especialmente en lo que respecta a la seguridad y el control migratorio. A pesar de las tensiones previas, Sheinbaum recordó que el presidente electo había tenido una “muy buena relación” con el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, lo que podría facilitar un entendimiento mutuo.
«Sí, está el tema de la frontera, pero va a haber espacio para poderlo platicar», comentó Sheinbaum, subrayando la importancia de mantener canales de diálogo abiertos entre ambos gobiernos. Trump también aprovechó para enviar saludos al presidente López Obrador, con quien dijo haber mantenido una relación amistosa durante su gestión.
Otro de los puntos que podría ser clave en la relación bilateral será el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que Trump ha señalado como un acuerdo que necesita ser revisado. La presidenta Sheinbaum se mostró confiada en que, bajo su liderazgo, México mantendrá una “buena relación” con el nuevo presidente de Estados Unidos, enfocándose en los temas de cooperación económica y seguridad regional.
Optimismo para la Relación México-EE.UU.
A pesar de las diferencias que podrían surgir debido a las políticas migratorias y comerciales de Trump, Sheinbaum insistió en que el diálogo y la cooperación serán fundamentales para fortalecer la relación bilateral. «Fue una llamada muy cordial, quiero destacar esto, él inició la conversación felicitándome por el triunfo en las elecciones y le devolví la felicitación», expresó la presidenta.
La relación entre México y Estados Unidos es uno de los pilares más importantes de la política exterior mexicana, y Sheinbaum parece estar dispuesta a continuar trabajando en una agenda de diálogo constructivo con la nueva administración de Trump, manteniendo un equilibrio entre la defensa de los intereses nacionales y la disposición al entendimiento mutuo.