Por Juan Pablo Ojeda
La ministra de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, ha alertado que la propuesta de Donald Trump de imponer aranceles a las exportaciones canadienses podría desencadenar la mayor guerra comercial entre Canadá y Estados Unidos en décadas. Según Joly, estos aranceles representarían una amenaza seria para la economía de Canadá, pero también tendrían consecuencias perjudiciales para los consumidores en Estados Unidos.
Durante una rueda de prensa en Washington, la funcionaria canadiense señaló que los efectos de los aranceles serían devastadores, aunque evitó detallar las cifras exactas. “Estados Unidos empezaría una guerra comercial contra nosotros que sería la mayor entre ambos países en décadas”, afirmó Joly. La ministra también destacó que las autoridades estadounidenses, incluidos algunos de los principales líderes republicanos, no habían sido plenamente conscientes del impacto de los aranceles.
Para contrarrestar esta amenaza, Joly se ha reunido con destacados republicanos, como Lindsey Graham y Jim Risch, además de candidatos de Trump para ocupar posiciones clave en su Administración. La ministra enfatizó que muchos de los políticos con los que habló se mostraron sorprendidos al conocer los costos que los aranceles implicarían para los consumidores estadounidenses. “La gente en Washington está sorprendida y preocupada por los efectos que este impuesto tendrá sobre los consumidores”, comentó Joly.
La ministra también abordó la desorganización dentro de la Administración estadounidense en relación con la transición entre el gobierno de Joe Biden y el de Trump, lo que ha dificultado una respuesta clara ante la propuesta de los aranceles. Sin embargo, Joly subrayó que Canadá está tomando medidas organizadas para evitar la imposición de los aranceles o para diseñar una estrategia de respuesta efectiva.
Además, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha enfatizado que Canadá debe estar lista para enfrentar el reto que representa la futura Administración Trump. En este sentido, Trudeau recalcó que los aranceles no solo perjudicarían a los canadienses, sino también a millones de estadounidenses, dado el impacto negativo sobre los consumidores.
Recientemente, se celebró en Toronto la primera reunión del Consejo de Relaciones entre Canadá y Estados Unidos, un organismo creado para asesorar al primer ministro Trudeau en temas de relaciones bilaterales. El consejo está compuesto por 18 miembros, incluidos líderes empresariales, sindicales y políticos, y su objetivo es ayudar a Canadá a navegar por los desafíos que presenta la nueva administración estadounidense.