CDMX a 14 de noviembre, 2024.- La agencia calificadora Moody’s Ratings anunció este jueves que cambia la perspectiva crediticia de México de “estable” a “negativa”, mientras mantiene la calificación del país en “Baa2”. Este cambio refleja preocupaciones sobre la estabilidad económica y el entorno institucional, especialmente por el debilitamiento en la formulación de políticas que podría afectar los resultados fiscales y económicos del país.
¿Por qué Moody’s ajustó la perspectiva de México?
Según Moody’s, esta modificación responde a varios factores. Uno de ellos es el creciente déficit público, que ha afectado la capacidad del gobierno para consolidar su política fiscal. Con un gasto público más rígido y presiones sobre el déficit, la agencia percibe una posible desviación de la estrategia fiscal que México había mantenido en los últimos años, la cual tradicionalmente buscaba un balance en los déficits, incluso frente a presiones económicas.
Además, la agencia señaló el impacto de la reciente reforma constitucional al Poder Judicial, la cual, en su opinión, podría afectar los controles y contrapesos del sistema institucional mexicano. Moody’s advierte que estos cambios podrían erosionar la estabilidad jurídica, algo que podría repercutir en el clima económico del país.
El papel de Pemex y el riesgo para las finanzas
Otro factor importante en la decisión de Moody’s es el papel de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el impacto potencial de sus pasivos en las finanzas públicas. Moody’s considera que hay una alta probabilidad de que estos pasivos contingentes tengan que ser absorbidos por el gobierno, lo cual agregaría presión sobre el balance fiscal. Esta situación es preocupante, ya que Pemex representa un riesgo significativo en el presupuesto nacional debido a su alto nivel de endeudamiento.
Perspectivas de la economía mexicana
A pesar de la revisión a negativa, Moody’s resaltó aspectos positivos del perfil económico de México, señalando la fortaleza y diversidad de la economía, lo cual sigue siendo un punto a favor en el panorama crediticio del país. Además, la agencia destacó que la estrategia de relocalización de empresas (nearshoring) podría representar un beneficio importante para la economía mexicana en los próximos años.
La agencia también reconoció el historial de políticas fiscales y monetarias prudentes de México, que han contribuido a mantener ciertos equilibrios macroeconómicos. Este respaldo institucional ayudó a evitar una baja en la calificación, aunque la perspectiva negativa refleja el riesgo de que estos beneficios se vean afectados si no se toman medidas correctivas en la política fiscal y en el entorno institucional.