Por Juan Pablo Ojeda
La famosa batalla legal entre Brad Pitt y Angelina Jolie, conocida como la «Guerra del Rosé», tomará un giro aún más intenso en 2025, cuando ambos actores se enfrenten cara a cara en la corte. El centro de la disputa es nada menos que su viñedo francés, Chateau Miraval, que fue adquirido por la pareja en 2008 y se ha convertido en un símbolo de su relación tanto en los buenos como en los malos momentos.
Recientemente, un juez rechazó la solicitud de Angelina Jolie de desestimar la demanda presentada por Brad Pitt, lo que significa que la disputa legal sobre la propiedad de la finca continuará hacia juicio el próximo año. Este revés para Jolie marca un nuevo capítulo en su larga guerra legal con Pitt, que involucra no solo la propiedad de la finca, sino también un acuerdo verbal que la pareja habría tenido respecto a la división de su participación en el viñedo.
La disputa comenzó cuando Pitt, de 60 años, acusó a Jolie de violar un acuerdo en el que ambos acordaron no vender sus respectivas participaciones en el Chateau Miraval sin el consentimiento de la otra parte. Según los abogados de Pitt, Jolie procedió a vender su participación en la finca a un comprador no autorizado, lo que desató la demanda del actor. En respuesta, Jolie sostiene que el acuerdo ya estaba anulado, argumentando que Pitt le había pedido que firmara un acuerdo de confidencialidad relacionado con su matrimonio, lo que, según ella, invalidó cualquier pacto previo.
Fuentes cercanas a la pareja han comentado que, aunque la situación ya era tensa, parece que el conflicto está lejos de resolverse y podría volverse aún más amargo. «Ya ha sido feo, pero se va a poner aún más feo. Angie está empeñada en tomar represalias contra Brad y está decidida a resolver cuentas personales antiguas», señaló una fuente anónima a Daily Mail.
Este caso, que ha atraído la atención de medios y fans de todo el mundo, no solo involucra dinero, sino también una serie de resentimientos y tensiones entre la ex pareja, que parece dispuesta a llevar su disputa hasta el último rincón de los tribunales. Con el juicio aún por celebrarse, es probable que los detalles sobre la relación y los acuerdos entre Pitt y Jolie se hagan públicos, lo que promete una cobertura mediática aún más intensa.
Además de los aspectos legales, la finca Chateau Miraval ha sido famosa por su vino rosé, que la pareja lanzó con gran éxito durante su matrimonio. Este vino, que sigue siendo un activo valioso para ambos, ha agregado una capa extra de complejidad a la disputa, lo que hace que la batalla no solo sea sobre la propiedad, sino también sobre el control de la marca.
Mientras tanto, los fanáticos de la ex pareja de Hollywood seguirán atentos a cada nueva revelación en esta ya legendaria «Guerra del Rosé», que parece no tener fin.