Estados Unidos a 30 de octubre, 2024.- La carrera electoral en Estados Unidos ha alcanzado un nuevo nivel de tensión tras los polémicos comentarios del presidente Joe Biden, quien calificó de “basura” a los seguidores de su rival republicano, Donald Trump. Esta declaración, emitida en un acto de campaña el martes, ha generado controversia y ha sido aprovechada por Trump, quien acusa a Biden de fomentar una “campaña de odio”.
Durante su intervención, Biden respondió a comentarios previos de un comediante en un mitin de Trump, quien se refirió a Puerto Rico como “una isla de basura flotante”. Biden respondió: «La única basura que veo flotando es la de sus seguidores», un comentario que rápidamente atrajo críticas. Ante la reacción, la Casa Blanca y la vicepresidenta Kamala Harris se apresuraron a aclarar que Biden no se refería a los simpatizantes de Trump, sino a la retórica ofensiva empleada en el evento.
Kamala Harris, en una intervención ante los medios, subrayó que no comparte ese tipo de críticas y afirmó: “Seré la presidenta de todos los estadounidenses, me voten o no”. Esta postura busca reducir las tensiones y recalcar la unidad en una campaña que se ha vuelto cada vez más divisiva.
Trump no tardó en responder, utilizando su red social para atacar a Biden y a Harris por lo que considera una actitud divisoria hacia los estadounidenses. “No se puede gobernar Estados Unidos si no quieres a su población”, declaró Trump, aprovechando la oportunidad para presentarse como el “presidente de todos”, independientemente de la raza, religión o ideología política.
Este episodio refleja la creciente polarización en Estados Unidos y subraya el tono combativo de la campaña. A medida que se acercan las elecciones, tanto Biden como Trump buscan posicionarse como los representantes del verdadero espíritu estadounidense. Biden y su equipo, al intentar aclarar sus comentarios, buscan minimizar el impacto negativo en los votantes moderados e independientes, que podrían ver en esta declaración una falta de sensibilidad.
Por otro lado, Trump usa el incidente para reforzar su imagen de un líder que “ama a su país”, dirigiéndose especialmente a los votantes latinos y de otros grupos minoritarios, cruciales en varios estados clave.
Las declaraciones de Biden y la reacción de Trump reflejan una dinámica de confrontación constante. Este incidente plantea interrogantes sobre cómo ambos candidatos enfrentarán la recta final de la campaña, donde el respeto y la unidad son temas sensibles para muchos votantes.