Por Juan Pablo Ojeda
Un trágico incidente ocurrido en la ciudad sureña de Zhuhai, China, ha dejado al menos 35 personas muertas y 43 más heridas, cuando un hombre embistió de forma deliberada con su automóvil a un grupo de personas que se encontraban haciendo ejercicio en un centro deportivo local. El ataque se produjo la noche del lunes, justo antes de la principal feria de aviación anual de China, organizada por el Ejército de Liberación Popular en la ciudad.
La policía local detuvo a un hombre de 62 años, identificado solo por su apellido, Fan, como es costumbre en China. Fan fue encontrado en el interior de su vehículo con un cuchillo y con heridas en su cuello, que se cree fueron autoinfligidas. El hombre estaba inconsciente cuando fue detenido y recibió atención médica inmediatamente. Según las autoridades, una investigación preliminar indicó que el ataque podría haber sido motivado por la insatisfacción del agresor con la división de bienes durante su divorcio.
Este ataque es solo el más reciente en una serie de incidentes violentos ocurridos en China, donde los ataques masivos han ganado notoriedad en los últimos años. Aunque el móvil de este incidente aún está siendo investigado, la naturaleza aleatoria del ataque —que aparentemente no tenía un objetivo específico y se dirigió a personas al azar en el centro deportivo— refleja una creciente preocupación por la seguridad pública en el país.
El centro deportivo del distrito de Xiangzhou en Zhuhai es un lugar popular que atrae a cientos de vecinos que acuden a correr, jugar fútbol o bailar. Después del ataque, el centro anunció que permanecería cerrado hasta nuevo aviso por razones de seguridad. Las autoridades locales han expresado su condena ante el suceso y prometen intensificar las medidas de seguridad en lugares públicos.
Este tipo de ataques no es aislado en China. En los últimos meses, ha habido varios incidentes en los que los atacantes parecen haber elegido a personas al azar como víctimas. En octubre, un hombre de 50 años fue arrestado después de atacar a varios niños con un cuchillo en una escuela primaria de Beijing, dejando a cinco personas heridas. Además, en septiembre, un ataque con cuchillo en un supermercado de Shanghái resultó en la muerte de tres personas.
Las autoridades chinas han comenzado a tomar medidas para aumentar la vigilancia y la seguridad en lugares públicos, especialmente en los centros urbanos y en los alrededores de escuelas y otros sitios de alta concurrencia. Sin embargo, la frecuencia de estos ataques ha suscitado un debate sobre la salud mental, el control de armas y la seguridad pública en el país.