El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres como recuerdo y homenaje a las mujeres que día a día luchan incansablemente por una vida digna para todas.
El origen de esta fecha fue el legado de las hermanas Mirabal quienes fueron asesinadas por el gobierno dominicano por su activismo político.
Este año se vive un 25N en medio de una violencia incontrolable contra las mujeres. Según las estadísticas, se registraron 2,847 mujeres asesinadas, entre presuntas víctimas de feminicidio y víctimas de homicidio doloso, en el período de enero a septiembre de 2022; sin embargo solo se abrieron 695 investigaciones por feminicidio. Durante este período se recibieron 258 mil 705 llamadas al 911 relacionadas con hechos de violencia contra la mujer, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
No podemos dejar de lado los casos de violencia sexual, la cual en muchas ocasiones inicia en la infancia e incluso es ejercida por miembros de la propia familia y en la mayoría de los casos no hay denuncias, ya sea por miedo o vergüenza por parte de las víctimas.
La violencia y el acoso que miles de mujeres padecen también se encuentra en otros entornos, como la escuela, el trabajo, las calles, el transporte público e incluso las redes sociales.
Otro de los problemas del que muchas mujeres son víctimas es la violencia vicaria; es decir, cuando se perjudica a la mujer dañando a las personas más preciadas para ella como pueden ser sus hijas e hijos, madres, padres, etc.
De esta forma, el maltratador espera mantener el yugo sobre la mujer, obligándola a ceder y tolerar a sus peticiones.
Por ello es importante prestar atención a 3 puntos importantes:
Que las mujeres sepan que no están solas y se acerquen a las distintas instituciones que brindan ayuda psicológica y legal ante cualquier situación de violencia de la que hayan sido víctimas.
Que los gobiernos actúen con todo el peso de la ley y se haga justicia para todas las víctimas. Es imprescindible revisar las leyes y no dejar ningún hueco legal.
Tercero, y quizás el más importante: la prevención. Desde los primeros años, los niños y niñas deben ser educados fomentando el respeto, entendiendo que todos los seres humanos merecemos ser tratados con dignidad. Los niños deben saber que las niñas y mujeres deben ser tratadas con respeto. Los hombres deben entender que la mujer que está a su lado es una compañera, no una esclava. Deben entender que sus compañeras de trabajo son eso, compañeras de trabajo, no un objeto decorativo.
No olvidemos la frase de la filósofa francesa Simone Weil: “La igualdad es una necesidad vital del alma humana. La misma cantidad de respeto y de atención se debe a todo ser humano, porque el respeto no tiene grados”.