La empresa estadounidense Mars fue demandada por un consumidor que afirma que los dulces Skittles no son aptos para el consumo porque contienen una toxina que la compañía se había comprometido a eliminar hace años.
En una propuesta de demanda colectiva presentada el 14 de julio, Jenile Thames acusó a la productora de dulces de poner en peligro a los consumidores inocentes de Skittles al utilizar niveles elevados de dióxido de titanio (TiO2) como aditivo alimentario.
«Un consumidor razonable esperaría que [los Skittles] pudieran ser comprados y consumidos con seguridad tal y como se comercializan y venden. (…) Sin embargo, los productos no son seguros», sostiene la demanda.
También denuncia que el dióxido de titanio será prohibido en la UE en agosto después de que un regulador de la seguridad alimentaria lo haya considerado inseguro por su «genotoxicidad», es decir, por su capacidad para modificar el ADN humano.
La demanda solicita daños y perjuicios por fraude y violación de las leyes de protección al consumidor del estado de California.
Mars se había comprometido en febrero del 2016 a eliminar los colorantes artificiales de sus productos alimenticios en los próximos cinco años. En octubre del 2016, la empresa confirmó que el dióxido de titanio estaba entre los colorantes que se estaban eliminando.
Según la demanda, el dióxido de titanio se utiliza en pinturas, adhesivos, plásticos y materiales para techos, y puede causar daños al ADN, el cerebro y los órganos, así como lesiones en el hígado y los riñones.
En enero de 2022 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertó sobre la presencia de nanomateriales en aditivos alimenticios, pastillas y aparatos electrónicos.
Partículas diminutas de dióxido de titanio, oro, plata, estaño y carbono que miden entre uno y 100 nanómetros pueden provocar alteraciones en el tracto digestivo, el colon e inflamación en los pulmones.
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14 de septiembre de 2024