Por Juan Pablo Ojeda
Durante “La Mañanera del Pueblo” del 25 de abril, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reconoció que si bien mantiene una comunicación estable con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún no se ha concretado una reunión presencial entre ambos mandatarios, aunque consideró que sería lo más adecuado dada la complejidad del contexto actual.
“Hemos hablado de que sería bueno encontrarnos en persona, pero todavía no hay algo formal. Sigue el diálogo, cuando hace falta hablamos de manera directa”, afirmó la mandataria, en referencia a las conversaciones sostenidas con su homólogo estadounidense.
Uno de los temas centrales que mantiene en tensión la relación bilateral es la imposición del arancel del 25% a sectores estratégicos mexicanos como el acero, el aluminio y la industria automotriz. Sheinbaum señaló que continúan las gestiones diplomáticas y técnicas a través de las secretarías de Hacienda y Economía, y que el diálogo no se ha interrumpido.
Impacto de los aranceles en el sector automotriz
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha sido enfático en señalar los riesgos de la política arancelaria de Trump. “Es una mala idea que afecta directamente al desarrollo de ambas economías. Si se aplica un arancel general del 25%, el impacto será inmediato en los precios y la inflación estadounidense”, advirtió Ebrard en conferencias previas.
Una de las consecuencias más visibles fue la decisión de Hyundai, fabricante automotriz surcoreano, de trasladar la producción de su modelo Tucson desde México hacia Estados Unidos, debido precisamente al encarecimiento de exportar desde territorio mexicano. No obstante, Ebrard aclaró que la planta en Monterrey continuará operando y que se trata solo de un ajuste estratégico.
Asimismo, la automotriz japonesa Nissan informó que podría enfrentar pérdidas por hasta 5 mil 300 millones de dólares al cierre del año fiscal 2024 como resultado de los nuevos aranceles. En respuesta a este panorama, la compañía también ha reducido su producción global de forma significativa, pasando de 5.5 millones de unidades en 2018 a una proyección de apenas 3.35 millones para este año.
México insiste en el diálogo
Frente a estos desafíos, la presidenta Sheinbaum ha subrayado que su gobierno opta por el entendimiento y la cooperación como vía para resolver los diferendos comerciales. La mandataria reiteró que México está comprometido con la estabilidad económica de América del Norte y que su prioridad es proteger los empleos, la inversión y el desarrollo industrial del país.
Mientras se afinan los detalles para una eventual reunión con Donald Trump, las negociaciones continúan en distintos frentes diplomáticos, buscando aliviar los impactos de una guerra comercial que amenaza con desestabilizar una de las relaciones económicas más importantes del hemisferio.