Tras la pandemia de Covid 19 que se registró en el mundo, en México el Senado de la República trabaja para fortalecer los servicios de salud mental de la sociedad, pues los daños ocasionados son irreparables e incuantificables, manifestó Ricardo Monreal en un artículo que publicó en redes sociales.
México y el mundo deben transitar a un esquema bajo el cual la protección y atención de la salud mental sean un derecho garantizado, para mejorar el nivel de bienestar de la sociedad. De no ser así, cientos de miles de personas seguirán sufriendo en silencio, y un número importante de tragedias mayores no podrán ser prevenidas, afirmó.
Dijo que la depresión provocada por la pérdida de familiares y seres queridos, las alteraciones psicológicas derivadas del encierro y cambio de rutinas, así como otros daños emocionales y psiquiátricos que podrían surgir deben ser atendidos y contemplados por los sistemas de salud pública del mundo.
En el Senado de la República hemos trabajado para fortalecer los servicios de salud mental de la sociedad. El Congreso de la Unión aprobó recientemente una reforma a la Ley General de Salud en la que se establecen las bases mínimas para brindar atención en este rubro y para que tal acción sea considerada como un objetivo prioritario de las políticas públicas sanitarias, agregó.
Monreal Ávila explicó que la pandemia de Covid 19 provocó una fuerte sacudida en el mundo, pues los daños ocasionados son irreparables y aún no terminan de cuantificarse. La crisis económica autoinfligida para frenar su avance no fue suficiente para evitar la trágica y lamentable muerte de millones de personas, expuso.
Señaló que aun cuando hoy, gracias a los adelantos de la ciencia, los efectos físicos de la COVID-19 pueden ser contenidos con las vacunas, los que repercutieron en la salud mental de las personas son y seguirán siendo severos.
El legislador señaló que solo por mencionar algunos ejemplos: en Brasil, de acuerdo con un estudio realizado por las Naciones Unidas, cuatro de cada diez personas reportaron problemas de ansiedad, y seis de cada diez, sufrir depresión, todo a causa de la pandemia. En Perú, el número de habitantes con síntomas de depresión aumentó significativamente, mientras que en México se documentaron casos de estrés postraumático en casi un tercio de la población.
Ricardo Monreal consideró que lo apremiante de la situación se enfrenta a una realidad aberrante en la que los países de la región latinoamericana, según UNICEF, solamente destinan el 1.8 por ciento de su gasto público para atender la salud mental. Esta inercia en la asignación de los recursos de los Estados se debe modificar de manera profunda frente a lo que a todas luces es otra de las crisis resultantes de la pandemia.
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