CDMX a 4 de septiembre, 2024.- El Senado de la República se convirtió en el epicentro de un intenso debate político sobre la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente de la República. Senadoras y senadores de todos los grupos parlamentarios intercambiaron argumentos en el Pleno, reflejando la profunda división que esta iniciativa ha generado en el panorama político del país.
Por parte de Morena, el senador Saúl Monreal Ávila denunció que el amparo presentado para detener la discusión de la reforma es una afrenta a la Constitución, argumentando que esta acción invade las competencias del Poder Legislativo. «Es un atentado contra el derecho, la división de poderes y la voluntad del pueblo mexicano», afirmó Monreal, señalando que se está tratando de socavar las facultades legislativas.
Desde el otro lado del espectro político, la senadora Ivideliza Reyes Hernández, de Acción Nacional, criticó la reforma por dividir al país con «verdades a medias». Según Reyes Hernández, la propuesta del presidente se centra únicamente en los beneficios de las altas jerarquías del Poder Judicial, mientras descuida su papel fundamental en el mantenimiento del Estado de Derecho.
La senadora Alma Carolina Viggiano Austria, del PRI, también mostró su rechazo a la reforma. Defendió a las y los trabajadores del Poder Judicial, describiéndolos como «honestos, humildes y trabajadores». Consideró una falta de respeto que no se les escuche en el proceso de discusión, y añadió que, aunque una reforma es necesaria, esta debe enfocarse en reducir la carga de trabajo del personal jurisdiccional, no en cambios que desestabilicen el sistema judicial.
Por su parte, el senador Waldo Fernández González, del PVEM, argumentó que el Poder Judicial está enfrentando un momento crucial de rendición de cuentas, impulsado por una «sed de justicia» de los ciudadanos. En su opinión, la reforma busca que los jueces, magistrados y ministros se vinculen más estrechamente con la realidad social de sus comunidades.
El senador Alejandro González Yáñez, del PT, defendió la necesidad de una reforma profunda para que el Poder Judicial sea verdaderamente autónomo y justo. «Vamos a reformar al Poder Judicial para que sea verdaderamente autónomo y justo», declaró, refiriéndose a la voluntad popular manifestada en la pasada jornada electoral del 2 de junio.
En contraste, la senadora Alejandra Barrales Magdaleno, de Movimiento Ciudadano, recordó las manifestaciones de distintos sectores sociales en contra de la «reforma nociva». Barrales criticó a la Cámara de Diputados por ignorar estos llamados y urgió al Senado a «demostrar mesura y responsabilidad» en la discusión.
El debate en el Senado refleja una polarización profunda sobre la dirección del Poder Judicial en México. Mientras algunos ven la reforma como una oportunidad para mejorar la justicia y hacerla más accesible, otros temen que estos cambios puedan socavar la independencia judicial y la división de poderes.
La discusión continúa, y se espera que el Senado tome una decisión que podría tener implicaciones significativas para el futuro del sistema judicial en México.