Un permiso durante la jornada laboral, horarios flexibles y apoyo en asuntos personales son algunas de las retribuciones que cuentan como un salario emocional para el trabajador.
La Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asegura que las empresas que otorgaron este tipo de beneficios a sus empleados fueron las que más sobrevivieron y, mejor aún, crecieron durante la pandemia de COVID-19.
Manpower, la empresa trasnacional de reclutamiento de personal, coincide con esa visión y señala que quienes más valoran el salario emocional son los jóvenes, sobre todo los que pertenecen a la generación millennial, es decir, las personas que nacieron entre 1981 y 1996.
«Los múltiples retos y situaciones complicadas hacen que los colaboradores no sólo se desgasten o se alejen de la responsabilidad y la atención hacia su desempeño en la organización, sino que los orilla a irse y buscar otro lugar de trabajo donde, por ejemplo, se les permita atender un tema familiar o personal», observa la psicóloga y académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, Erika Villavicencio Ayub.
Por su parte, Manpower asegura que hay cuatro factores que priorizan los trabajadores millennials a la hora de tomar un trabajo o permanecer en él: la flexibilidad de horario, la libertad de expresión (eso incluye la forma de vestir), los objetivos y la creatividad.
«Para los jóvenes, ser tomados en cuenta es mucho más relevante que simplemente ganar un poco más de dinero: ellos necesitan saber que su aporte será un diferencial en el proyecto en el que están involucrados», indica el líder global en servicios y soluciones de capital humano.
México, un país muy estresado
En los meses que ha durado la pandemia de coronavirus, 6 de cada 10 mexicanos ha sufrido estrés laboral por las excesivas cargas laborales, los recortes salariales, las largas jornadas y los problemas internos de comunicación, según el estudio Estrés laboral en México, elaborado por la Asociación de Internet MX y OCCMundial.
Por ello, indica la UNAM, el salario emocional se ha convertido en la principal plusvalía de un trabajo, sobre todo cuando todo lo que lo rodea —el sueldo, los ascensos, la carga laboral— deja mucho que desear.
Antes de la pandemia, México estaba catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el país más estresado del planeta, pero la crisis sanitaria agravó esas condiciones negativas, observa Villavicencio Ayub, quien también es la encargada del área de psicología organizacional de la Facultad de la Psicología de la UNAM.
En un estudio que ella llevó a cabo para determinar el impacto que tuvo la COVID-19 en los últimos dos años, descubrió que el 50% de los trabajadores ha presentado síntomas relacionados con trastornos mentales como el estrés laboral o postraumático, la depresión y la ansiedad.
«En ocasiones los líderes traen un estilo negativo, por lo que es necesario sensibilizarlos para que traten de transmitir a los colaboradores mejores estrategias con las que puedan superar juntos las distintas crisis y generar una cultura del trabajo óptima para que todos se sientan motivados y establezcan mejores relaciones», explicó la experta.