En la cocina, no hay una manera correcta de hacer las cosas. Dependiendo del resultado que quieras, se puede usar una u otra técnica. Sin embargo, a la hora de cortar la cebolla, sí existe una forma adecuada para evitar el mar de lágrimas que produce cortar esta hortaliza.
El bloguero y cocinero estadounidense Ethan Chlebowski decidió experimentar con distintos tipos de cortes para averiguar con cuál de ellos se obtenían mejores resultados a la hora de cocinar y, por supuesto, se lloraba menos.
El problema más común a la hora de rebanar este vegetal indispensable en casi cualquier receta es su fuerte olor, además del llamado factor lacrimatorio (FL), que activa las defensas de la cebolla y desata una reacción química, en la que está involucrada una proteína llamada alinasa y es la responsable de la irritación ocular.
Sin embargo, esto podría tener una solución mucho más sencilla de lo que se cree.
Ethan probó cortar las cebollas en círculos, o como es conocido en el mundo gastronómico, el corte en aros. Es una de las maneras más comunes de picarla, pero para el bloguero no es la más adecuada.
Esto se debe a que este corte destruye la estructura de la cebolla, por lo que desprende una mayor cantidad de FL, lo que equivale a más lágrimas.
No solo es menos beneficioso para el que cocina, también lo es para el plato final, ya que los trozos resultantes son más blandos y se deterioran más rápido. Los cocineros buscan precisamente evitar esta textura a toda costa; por el contrario, se busca una cebolla suave, pero a la vez crujiente.
Para el bloguero, el corte longitudinal, de la raíz al tallo, o corte en juliana, es sin duda alguna el más indicado para esta hortaliza. Este corte ayuda a conservar la estructura de la cebolla, por lo que desprenderá menos aroma y menos FL, lo que equivale a menos lágrimas.
El bloguero puso en práctica estos consejos y preparó unas cebollas caramelizadas. Para Ethan, el resultado habla por sí solo.
Mientras que con las cebollas en aros el plato quedaba un poco soso, con los cortes en juliana la cebollas caramelizadas tenían más cuerpo y eran más crujientes, sin perder suavidad.
Sin embargo, este no es el único truco para picar cebollas sin llorar que existe. De acuerdo con el bloguero Pakus, es importante contar con buenos implementos, como un cuchillo bien afilado y una buena tabla, ya que eso permite menos emisiones de los gases responsables de la irritación y evita que se deslice el cuchillo por la superficie lisa de la cebolla, produciendo menos cortes.
Además, muchos cocineros recomiendan pasar la cebolla primero por agua fría, o incluso enfriarla en el frigorífico, así como mojar repetidamente el cuchillo mientras se va picando esta hortaliza. Otros incluso afirman que untar el cuchillo con vinagre también puede ayudar a llorar menos.
Sin duda, vale la pena probar estos consejos para decirle adiós a las lágrimas al cocinar. Y tú, ¿te animas? Déjanos tu opinión en los comentarios.
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14 de septiembre de 2024