Foto René Araujo
Un centenar de migrantes escaparon por la fuerza del centro migratorio del Instituto Nacional de Migración (INM) en Berriozábal, Chiapas, México, después de permanecer presuntamente retenidos durante más de 20 días.
Los migrantes lograron escapar del centro migratorio después de forzar el portón principal y huyeron sin que los agentes a cargo pudieran evitar su salida.
Según los testimonios de los migrantes, la causa de su huida se debió a los malos tratos recibidos en el albergue, la falta de alimentos y la mala atención por parte de los oficiales de migración.
Además, los migrantes denunciaron que la encargada del albergue les decía que tenían que salir muertos porque no les creía las dolencias de las enfermedades a causa de la mala comida.
El director del Centro de Dignificación Humana (CDH), Luis Rey García Villagrán, aseguró que en estos casos «se debe priorizar la defensa irrestricta de los derechos humanos de las personas migrantes».
García Villagrán señaló que bajo ninguna circunstancia y por ninguna razón, una persona migrante puede permanecer más de 72 horas privada de su libertad en las estaciones migratorias.
Además, agregó que se debe humanizar el tema de la migración para que no ocurra lo que ya se vio en Ciudad Juárez.
La fuga de migrantes del centro migratorio en Berriozábal, Chiapas, se produce después de que un incendio en un centro migratorio en Ciudad Juárez, Chihuahua, acabara con la vida de 39 personas, de las cuales 6 eran hondureños, 7 salvadoreños, 18 guatemaltecos, 1 colombiano y 7 venezolanos.
El accidente dejó 28 heridos, 24 permanecen hospitalizados y 4 fueron dados de alta.