México y EE.UU. consolidan alianza histórica en diálogo binacional

Por Bruno Cortés

Legisladores y empresarios se unen en San Lázaro por la prosperidad regional.
En el Palacio Legislativo de San Lázaro, el aroma a historia impregnaba el aire mientras legisladores y empresarios de México y Estados Unidos se reunían para fortalecer una relación que trasciende fronteras. El diputado federal Pedro Haces Barba, coordinador de Operación Política de Morena, dio inicio al “Diálogo Binacional: Socios para la Prosperidad de América del Norte” con un mensaje que evocó el peso del pasado y la urgencia del presente. Citando a John F. Kennedy, afirmó: “La geografía nos ha hecho vecinos, la historia nos ha hecho amigos, la economía nos ha hecho socios y la necesidad nos ha hecho aliados”. Las palabras resonaron en el recinto, marcando el tono de un encuentro destinado a reafirmar la alianza estratégica entre ambas naciones.

El sol matutino se filtraba por las altas ventanas del palacio, iluminando un escenario donde la cooperación bilateral cobraba vida. Haces Barba, también líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), destacó un estudio de 2010 del Council on Foreign Relations (CFR), presentado a Barack Obama por figuras como David Petraeus y Robert Zoellick. Este informe instaba a profundizar los lazos con México y Canadá para contrarrestar la influencia de China. “Esa visión es hoy una realidad tangible”, señaló el diputado, mientras los asistentes asentían, conscientes de que el comercio y la interdependencia definen el presente de América del Norte.

La relación entre ambos países se sustenta en cifras contundentes. Más de un millón de personas y 1,900 millones de dólares en bienes y servicios cruzan diariamente la frontera, un flujo constante que late como el pulso de una región unida. Con casi 40 millones de mexicanos residiendo en Estados Unidos y 1.5 millones de estadounidenses en México, el vínculo humano es innegable. Haces Barba subrayó que las remesas enviadas desde EE.UU. alcanzaron los 64,745 millones de dólares, equivalente al 4% del PIB mexicano, mientras que el PIB generado por mexicanos en suelo estadounidense asciende a 2.06 billones de dólares, cerca del 10% de la economía de ese país.

El futuro también estuvo en el centro del diálogo. Según el Departamento del Trabajo de EE.UU., en la próxima década, el 78% de la fuerza laboral será de origen latino, con un 57% de mexicanos liderando ese aporte. “Desde 2023, México es el principal socio comercial de Estados Unidos”, afirmó Haces Barba, destacando que en 2024 el comercio bilateral alcanzó los 661,000 millones de dólares. Estas cifras, presentadas con claridad y respaldo oficial, pintan un panorama de fortaleza económica y oportunidades compartidas, consolidando a América del Norte como un bloque competitivo frente a Europa y Asia.

El evento reunió a un elenco diverso y comprometido. El diputado Sergio Gutiérrez Luna, presidente del Congreso mexicano, compartió la mesa con congresistas estadounidenses como Nanette Barragan (California) y Raja Krishnamoorthi (Illinois), además de líderes empresariales como Carlos Gomez, CEO de la Kansas City Hispanic Chamber of Commerce, y Juan Ochoa, de la National Federation of Latino Chambers of Commerce. Sus voces, unidas en un coro de pragmatismo y visión, llenaron el recinto de propuestas para abordar los retos comunes, desde la economía hasta la seguridad fronteriza.

Haces Barba delineó cuatro ejes clave para el diálogo: economía y trabajo, migración y seguridad, el estado del T-MEC y el nearshoring, y el futuro de la relación bilateral. “Estos temas afectan a millones en ambos países”, enfatizó, mientras el sonido de notas tomadas a mano y teclados en acción reflejaba la urgencia de avanzar. Inspirado en la prudencia y liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el diputado llamó a un enfoque propositivo, un mensaje que caló hondo entre los presentes, ansiosos por transformar palabras en hechos.

Tras 30 años del TLCAN, hoy T-MEC, la interdependencia entre México y EE.UU. ha madurado hasta convertir a la región en una potencia global. “América del Norte es el corazón económico del mundo”, afirmó Haces Barba, mientras la luz del mediodía bañaba el salón, proyectando sombras que parecían danzar al ritmo de un nuevo capítulo. Este diálogo no solo celebró los logros alcanzados, sino que trazó un camino hacia una prosperidad inclusiva, donde ambos países enfrenten juntos los desafíos del siglo XXI.

El cierre del encuentro dejó un eco de optimismo. Con aplausos resonando en las paredes de San Lázaro, Haces Barba reiteró que este diálogo marca un punto de inflexión. “Estamos definiendo el rumbo de las próximas décadas”, dijo, mientras legisladores y empresarios intercambiaban tarjetas y promesas de colaboración. Más que un evento, este foro binacional se erige como un símbolo de unidad, un paso firme hacia un futuro donde México y Estados Unidos no solo sean vecinos, sino aliados inseparables.

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