El futuro brilla para los Tampa Bay Buccaneers y su quarterback estrella, Baker Mayfield, quien acaba de cerrar una extensión de contrato por tres años valorada en hasta 115 millones de dólares. Este acuerdo consolida la relación de éxito entre el jugador de 28 años y la franquicia de Florida, tras una temporada que lo vio alcanzar los mejores números de su carrera en la NFL.
La firma del contrato llega después de una temporada 2023 estelar para Mayfield, quien lanzó para 4.044 yardas, 28 anotaciones y solo 10 intercepciones. Estas cifras no solo representan un punto culminante en la carrera del mariscal de campo sino que también reflejan su trascendental aporte al equipo, que se traduce en el título de la División Sur de la Conferencia Nacional bajo su liderazgo.
Originario de Austin, Texas, y ex-estrella de los Oklahoma Sooners, Mayfield entró a la NFL como la primera selección global del Draft del 2018 por los Cleveland Browns. Después de un tiempo de altibajos en Cleveland y un año complicado entre los Carolina Panthers y Los Angeles Rams, encontró su lugar en Tampa Bay.
El vínculo entre Mayfield y los Buccaneers se cimentó con un modesto acuerdo inicial de cuatro millones de dólares, incluyendo incentivos, para la temporada 2023. Un trato que el quarterback aceptó, confiando en su capacidad para asegurar un futuro más lucrativo, una apuesta que claramente ha rendido sus frutos.
El entrenador en jefe Todd Bowles ha jugado un papel crucial en este proceso, demostrando una fe incuestionable en Mayfield al darle las riendas de la ofensiva del equipo, una confianza que se vio recompensada con una campaña que impresionó a propios y extraños. Incluso en los Playoffs, Mayfield lideró a los Bucs a una victoria dominante sobre los Philadelphia Eagles, antes de ser eliminados por los Detroit Lions.
Con 50 millones garantizados y el resto condicionado a incentivos, el contrato de Mayfield se extiende hasta la campaña 2026. Es un acuerdo que no solo asegura estabilidad en la posición más crítica del equipo sino que también envía un mensaje claro de las aspiraciones de los Buccaneers de mantenerse como contendientes serios en la NFL.