Los presidentes Joe Biden de Estados Unidos y Xi Jinping de China hablaron durante más de dos horas el jueves sobre el futuro de su relación complicada, y Taiwán apareció una vez más como fuente crucial de tensiones.
De acuerdo con una descripción de la llamada difundida por Beijing, Xi subrayó el reclamo chino de soberanía sobre la isla, que tiene un gobierno autónomo desde hace décadas.
“Los que juegan con fuego mueren por él”, dijo el ministerio de Asuntos Exteriores. “Cabe esperar que Estados Unidos lo vea con claridad”.
La Casa Blanca no ha emitido aún su trascripción de la llamada, que comenzó a las 8.33 hora del este de Estados Unidos y finalizó a las 10.50 (1233 a 1450 GMT).
Como siempre, China no dejó en duda de que considera a Estados Unidos responsable del deterioro de las relaciones entre los dos países.
“El presidente Xi destacó que enfocar y definir las relaciones China-EEUU en términos de competencia estratégica y ver a China como el principal rival y el reto más grave a largo plazo sería un error de percepción de las relaciones China-EEUU y una interpretación errónea del desarrollo de China y engañaría al pueblo de los dos países y a la comunidad internacional”, dijo la cancillería.
Biden intenta encontrar nuevas vías para colaborar con China y contener su influencia en el mundo. Las distintas visiones de la salud global, la política económica y los derechos humanos han puesto a prueba la relación, y la negativa de China a condenar la invasión rusa de Ucrania ha sido un factor adicional de tensión.
El factor más reciente ha sido la posible visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán, que tiene un gobierno democrático y recibe informalmente apoyo de defensa de Estados Unidos, pero que China considera parte de su territorio. Beijing ha dicho que consideraría ese viaje una provocación, una amenaza que las autoridades en Washington visualizan con seriedad acentuada en vista de la incursión rusa en Ucrania.
“Si Estados Unidos insiste en seguir su propio camino y desafiar las posiciones básicas de China, sin duda habrá respuestas enérgicas”, aseguró el vocero Zhao Lijian en conferencia de prensa días atrás. “Las consecuencias subsiguientes recaerán sobre Estados Unidos”.
Pelosi sería la funcionaria electa de mayor jerarquía que viaja a Taiwán desde que el republicano Newt Gingrich lo hizo en 1997 cuando presidía la cámara. Biden dijo a la prensa la semana pasada que el mando militar considera que el viaje en este momento “no es una buena idea”.
John Kirby, un vocero de seguridad nacional estadounidense, dijo el miércoles que es importante que Biden y Xi conversaran de manera regular.
“El presidente quiere asegurarse de que las líneas de comunicación con el presidente Xi permanezcan abiertas porque es necesario”, dijo Kirby a la prensa en la Casa Blanca. “Hay asuntos en los que podemos cooperar con China y hay asuntos en los que evidentemente hay fricción y tensión”.
La conversación anterior entre Biden y Xi fue en marzo, poco después de la invasión rusa de Ucrania.